Hablemos de fitness
(Mónica Aybar/Especial para El Tiempo) Estoy segura que en algún momento de tu vida has sentido un impulso o motivación para hacer ejercicio. Ponerte ese vestido blanco para Navidad o Año Nuevo, aumentar los bíceps (en el caso de los hombres), bajar la grasa abdominal luego de tener un bebé, etc.
Pero el ejercicio físico es mucho más que eso. Sus beneficios están, cada vez con más fuerza, apuntando al plano mental o psicológico, ya que son múltiples las sensaciones y recompensas que recibe nuestro organismo gracias al ejercicio o la actividad física en general.
Estos son algunos de ellos:
Aumento de la felicidad: Luego de entrenar te sientes feliz de haber hecho algo por ti y sólo para ti.
Mejora tu autoestima: Cuando te sientes cómodo con tu cuerpo tienes más confianza en ti mismo.
Mejor rendimiento: Este es uno de los beneficios más importantes, ya que una persona que se ejercita tendrá siempre más energía y buena actitud ante cualquier circunstancia.
Menos ansiedad: La ansiedad es provocada por niveles altos de estrés. Cuando haces ejercicio todo ese estrés es liberado y con ello baja tu nivel de ansiedad considerablemente.
Sensación de control: Para crear el hábito del ejercicio se necesita disciplina y constancia. Pero una vez aprendes eso entrenando, lo aplicas a otros aspectos de tu cotidianidad, lo que te ayudará a sentir que tienes más control sobre tu vida diaria.
¿Te has preguntado alguna vez porqué gustan tanto las clases de zumba? O ¿Por qué algunas personas se vuelven “adictos” al gimnasio?
Esto es porque cuando realizas ejercicio tu cerebro debe concentrarse únicamente en el momento presente. Para hacer zumba debes seguir una coreografía, para entrenar debes estar 100% concentrado en el movimiento y el peso que levantas… en consecuencia todo lo que no sea tiempo presente queda de lado. Eso se traduce en una desconexión de todo el estrés que genera el pasado y la ansiedad que te provoca pensar en el futuro.
Por eso cuando terminas tú actividad tienes la mente fresca y relajada y puedes pensar con más claridad. Y lo mejor de todo es que aparte de que prácticamente es un relajante natural, cada vez te pones más fuerte y eso, te hará ser una persona más segura de ti mismo y con más carácter.
Así es que, sí, el ejercicio te puede ayudar mucho si sufres de ansiedad o depresión. No dudes ni un segundo y ponte a entrenar o a realizar algún deporte. Ese será el mejor aliado para tu salud física y mental.
