El alcalde de Higüey bajó duro y curvero en su intervención de la semana pasada, previo a la entrega de cheques a los ingenieros y constructoras que estarán a cargo de unas 48 obras en el municipio. Al parecer fue un desahogo de asuntos viejos o recogidos a través de las redes, porque de manera repentina aclaró que nunca ha sido gallero y que nunca ha jugado casino. También dijo que pone el cargo a disposición de quien muestre pruebas al respecto.