La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) Cuba informó este viernes de que la situación del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) de Cuba es «compleja» tras la salida de operaciones de ocho unidades generadoras por averías.
Un comunicado de la UNE divulgado por medios de prensa estatales indicó que está en proceso de arranque la unidad 1 de la termoeléctrica de Felton, en la provincia oriental de Holguín, tras 72 horas en proceso de reparación de la rotura reportada el pasado miércoles, pero advirtió que aún «no logramos cubrir la demanda».
«Se mantendrán las afectaciones al servicio eléctrico en los próximos días» debido a que continúan seis unidades térmicas en avería y los mantenimientos planificados en otras tres, indicó.
Asimismo apuntó que se trabaja de «forma continua para solucionar las averías en el menor tiempo posible».
El informe explica que en la actual circunstancia inciden como principales factores, las limitaciones financieras y el embargo económico que aplica el gobierno de los Estados Unidos al país, que «han impedido realizar los mantenimientos requeridos de forma oportuna».
«En este momento de los 20 bloques térmicos tenemos 16 fuera del ciclo de mantenimiento capital, además quemando un combustible muy agresivo que acorta los ciclos de operación entre mantenimientos y requiere una intensificación de los procesos de limpieza, de lavado y la sustitución de conductos que están sometidos a una alta corrosión», añade.
La UNE señala que esto hace que el sistema sea «muy sensible, se produzcan muchas averías y que trabaje con muchas limitaciones. Los bloques cuando están en servicio no alcanzan su máxima potencia y requieren de intervenciones porque pierden la carga muy rápido».
La situación no es nueva. En los últimos 11 meses, la Unión Eléctrica cubana ha notificado más de 300 afectaciones, por averías o tareas de mantenimiento, en muchas de las 13 centrales térmoeléctricas (8 terrestres y 5 flotantes).
A mediados de marzo, la central occidental Antonio Guiteras, la mayor termoeléctrica del país, quedó fuera de servicio debido a la avería en una caldera una semana después de un parón planificado para darle mantenimiento y en abril estuvo cinco días fuera de servicio por uns avería que afectó a la zona occidental de Cuba.
Los problemas se deben principalmente a que el sistema de producción está al límite de su vida útil y falto de mantenimiento por los problemas económicos del país fruto de las sanciones estadounidenses y de los fallos en la gestión nacional.
Cuba depende en gran medida del petróleo extranjero para producir energía (las termoeléctricas generan dos tercios de la electricidad) y su principal proveedor, Venezuela, ha disminuido notablemente sus envíos.
El Gobierno cubano aspira a reducir esta dependencia y cuenta con un plan para que en 2030 el 37 % de su mix energético (algo más de 3.500 megavatios) provenga de fuentes renovables.
El verano del año pasado se produjeron apagones en Cuba por la incapacidad del sistema de satisfacer la demanda eléctrica en ciertos momentos, lo que generó malestar entre la población.
De hecho, los expertos apuntaron que los apagones fueron una de las causas detrás de las protestas antigubernamentales del 11 de julio pasado, junto a la grave crisis económica y el desabastecimiento de productos básicos y la pandemia.
(c) Agencia EFE