La solidaridad del pueblo dominicano se ha hecho sentir nuevamente frente al drama que viven los ucranianos varados en nuestro país, obligados por una guerra desigual que mantiene a esa nación europea bajo la mirada impotente del mundo.
Miles de voces apoyaron la solicitud que de forma desesperada hicieron estas personas a las autoridades dominicanas, de ser acogidas hasta que puedan regresar a su país, actualmente asediado por las poderosas Fuerzas Armadas de Rusia.
En respuesta a la angustiosa experiencia que viven los turistas ucranianos, el Gobierno dominicano ha dado instrucciones específicas para que reciban un tratamiento migratorio especial mientras permanezcan en nuestro territorio.
Al margen de este gesto humanitario dispuesto por el presidente Luis Abinader, en diferentes pueblos del país la gente ha donado ropa, comida y alojamiento a esos extranjeros, además de numerosos mensajes solidarios di- fundidos a través de las redes sociales.
El tormento de los turistas ucranianos se acrecienta con el paso de las horas. Ellos conocen mejor que nadie el dolor y sufrimiento de sus compatriotas, producto de una ofensiva militar caprichosa y abusiva.
A menos de dos semanas, las secuelas de esta invasión son alarmantes. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) afirma que un millón de personas ya han salido huyendo de Ucrania, desde el primer día en que inició la agresión militar rusa contra ese país. El Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania calcula en más de 2 mil los civiles muertos.
Mientras las grandes potencias discuten endurecer las sanciones contra Rusia, los ataques continúan a todas horas y en puntos claves de Ucrania, sin discriminar entre soldados que resisten cada embestida y ciudadanos indefensos que intentan mantenerse con vida.