ESTADOS UNIDOS.- Los precios al consumidor de Estados Unidos subieron con fuerza en diciembre, ya que los costos de alquileres y autos usados mantuvieron sus robustos avances, lo que culminó con la mayor aceleración anual de la inflación en casi cuatro décadas y reforzó las expectativas de alzas de tasas de interés a partir de marzo.
El informe del Departamento de Trabajo del miércoles sigue unos datos de la semana pasada que mostraron que el mercado laboral está cerca o ya ha llegado al máximo empleo.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo el martes que el banco central está listo para hacer lo necesario para evitar que la alta inflación «se arraigue», en su testimonio durante su audiencia de nominación ante la Comisión de Banca del Senado para un segundo mandato de cuatro años como jefe de la entidad.
«La Fed se verá obligada a comenzar a subir las tasas en marzo y, dependiendo de la presión política, tendrán que subir las tasas cuatro o más veces en este año o quizás más durante el próximo año», dijo Chris Zaccarelli, director de inversiones de Independent Advisor Alliance.
El índice de precios al consumidor (IPC) aumentó un 0,5% el mes pasado tras avanzar un 0,8% en noviembre. Además de los alquileres más altos, los consumidores también pagaron más por los alimentos, aunque el alza del 0,5% en los precios de los alimentos fue menor que en los últimos meses.
Los precios de la gasolina cayeron un 0,5% después de subir un 6,1% tanto en noviembre como en octubre.
En los 12 meses hasta diciembre, el IPC aumentó un 7,0%. Se trató del mayor incremento interanual desde junio de 1982 y siguió a un alza del 6,8% en noviembre.
Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el IPC aumentaría un 0,4% y se dispararía al 7,0% interanual.
La economía está experimentando una fuerte inflación a medida que la pandemia de COVID-19 paraliza las cadenas de suministro. El alto costo de vida pesa sobre el índice de aprobación del presidente Joe Biden.
La inflación está muy por encima del objetivo del 2% de la Fed y también está siendo impulsada por las presiones salariales en ciernes. El gobierno informó el viernes que la tasa de desempleo cayó a un mínimo de 22 meses de 3,9% en diciembre.
Los mercados monetarios valoran actualmente unas probabilidades del 85% de un aumento de tasas de interés para marzo, y un total de al menos tres alzas de un cuarto de punto porcentual para finales de año.
Los economistas creen que la tasa del IPC interanual alcanzó su punto máximo en diciembre o probablemente lo hará en marzo. Hay señales de que los cuellos de botella en el suministro están comenzando a disminuir.
Pero el aumento vertiginoso de casos de COVID-19, impulsado por la variante ómicron, podría retrasar el progreso hacia la normalización de las cadenas de suministro.
Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el IPC aumentó un 0,6 % el mes pasado después de subir un 0,5% en noviembre.
El llamado IPC subyacente fue impulsado por los arriendos de viviendas, ya que el alquiler equivalente de la residencia principal de propietarios, que es lo que un propietario recibiría por alquilar una casa, aumentando un sólido 0,4% por tercer mes consecutivo.
En los 12 meses hasta diciembre, el llamado IPC subyacente se aceleró un 5,5%. Esa fue la mayor alza interanual desde febrero de 1991 y siguió a un avance del 4,9% en noviembre. Se prevé que la tasa del IPC subyacente interanual alcance su punto máximo en febrero.