SAN PEDRO DE MACORÍS. Un aspecto de total abandono es el que presenta el cementerio El Tamarindo de San Pedro de Macorís, donde muchas de sus tumbas se observan destruidas, algunas de ellas profanadas por delincuentes que penetran al interior de uno de los campos santos más antiguos de la ciudad.
La queja de personas que tienen a sus difuntos sepultados en ese lugar es constante, ya que expresan que desde el Ayuntamiento no se destinan los recursos necesarios para su mantenimiento, además de que algunas familias no dan seguimiento a las tumbas de sus deudos.
“Aquí hay personas que solo vienen el día del sepelio de sus familiares, pero jamás vuelven a limpiar o a colocar un poco de pintura, ni siquiera los días de los fieles difuntos se ven por aquí”, expresó Roberto Linares, quien se encontraba en el lugar preparando una tumba.
En tanto que, el personal de mantenimiento es limitado, según datos obtenidos en el lugar. Las informaciones recogidas explican que solo laboran dos personas para un área extensa y el salario es bajo para las labores que se les asignan. El salario mensual para un trabajador del lugar es de unos 6 mil pesos mensuales y tienen que trabajar 8 horas diarias.
Otro de los factores que afectan al campo santo, son los constantes robos de los protectores de las tumbas, e inclusive se han dado casos de que desaprensivos rompen los panteones para extraer las varillas y apropiarse de las mismas para su venta, esto ocurre por la poca vigilancia con que cuenta el lugar.
Aunque por fuera sus paredes se ven decoradas con cerámicas, la situación es totalmente diferente en la parte interior del lugar de reposo de las personas fallecidas.
También se observa que a la hora de los entierros los familiares de los fallecidos, optan por destruir el ataúd, porque si el mismo es de gran valor se corre el riesgo de que la tumba sea profanada para llevarse la caja y venderla posteriormente, situación que no es exclusiva de este lugar, por lo que los familiares de los difuntos hicieron un llamado a las autoridades municipales.