martes, noviembre 26, 2024
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Este fin de año puedes deshacerte de objetos innecesarios

Todos solemos acumular cosas que no necesitamos, ya sea en cajones, armarios, o sencillamente en cualquier rincón libre de la casa.

Aunque a simple vista este hábito no representa ningún peligro, distintos estudios hallaron que, a la larga, un hogar atestado puede causar estrés y malestar. Conoce aquí por qué solemos acumular cosas que no necesitamos y cómo deshacerte de ellas.

En primer lugar, es necesario aclarar que cuando hablamos de acumular cosas no estamos haciendo referencia al trastorno de acumulación compulsiva, una afección que tiene su propio diagnóstico psiquiátrico.

En esos casos la acumulación compulsiva puede causar desde conflictos familiares, soledad, o aislamiento social, hasta un mayor riesgo de lesiones, caídas e incluso incendios.

Que la acumulación de cosas no afecte la movilidad en casa ni interfiera con las actividades cotidianas, como cocinar, limpiar o dormir, no significa que no tiene consecuencias.

Según muestran diferentes estudios, como los publicados en Journal of Personality and Social Psychology o en Personality and Social Psychology Bulletin, quienes viven en hogares atestados de cosas, desorganizados o sucios son más propensos a comenzar el día agobiados, con problemas para concentrarse o con menor rendimiento.

La acumulación también puede inducir ciertas respuestas fisiológicas, como el incremento de los niveles de cortisol (conocida como la hormona del estrés).

¿Por qué acumulamos cosas?

Existen muchos factores que pueden contribuir a que acumulemos cosas en casa. Uno de ellos es comprar más de lo que necesitamos porque está de oferta, tememos a que escasee o para evitar los viajes seguidos a la tienda.

Otro factor determinante es el apego material, es decir, el vínculo emocional que se desarrolla hacia un objeto debido a que provoca una sensación de felicidad o seguridad.

Si bien en ambos casos lo que se busca con la acumulación es tranquilidad y bienestar, los expertos señalan que termina por ocurrir lo contrario, ya que estos hábitos provocan dependencia.

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En un trabajo publicado en Consumption Markets & Culture, los autores Russell W. Belk, Joon Yong Seo y Eric Li señalaron que la acumulación de posesiones es un fenómeno común en una sociedad próspera, por ejemplo, la de EE. UU.

Bajo la idea de que «más es mejor» muchas personas legitiman la adquisición de más y más cosas. Esto a la larga puede provocar una dramática acumulación de objetos que dificulta la organización del hogar, y genera nuevas cargas, como cuidar, mantener, almacenar y, en última instancia, lidiar con el desprendimiento de esos objetos.

Otra respuesta al por qué de la acumulación se puede encontrar en la procrastinación. Esta es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse.

Un estudio publicado en Current Psychology, halló una relación importante entre la procrastinación y los problemas de acumulación en todos los grupos etarios.

Según los autores, la procrastinación está íntimamente ligada a la acumulación, debido a que ordenar objetos y desechar otros es una tarea que muchos consideran desagradable y tratan de evitar.

Consejos para deshacerte de las cosas

El apego material se puede presentar con distintos niveles de intensidad y responder a diferentes causas, por lo que en algunos casos deshacerse de las cosas que acumulamos es un verdadero desafío.

Afortunadamente, existen consejos de los profesionales que pueden resultarte de ayuda. En primer lugar, aprovecha los impulsos, si en algún momento se cruza por tu cabeza que tal vez no necesitas seguir guardando esa cosa, deshazte de ella en ese preciso momento.

Puede que la culpa te acompañe un par de minutos tras haber tomado la decisión, pero eventualmente desaparecerá, así como aquello que ocupaba un lugar en tu habitación.

También es útil establecer una lista de cosas que puedes tener organizada por diferentes categorías, como cantidad, por lo que deberás descartar algo cuando superes el número pactado, o funcionalidad, es decir, cuando lo que tienes en casa ya no sirve para nada será hora de que se vaya.

Jane Brody, la columnista de salud personal de The New York Times, explica en una publicación que una buena manera de comenzar a deshacerte de las cosas que acumulas es estableciendo un plan.

Debes comenzar diferenciando las cosas que acumulas, por ejemplo, en categorías (abrigos, zapatos, o papeles), habitaciones en las que se encuentran, o simplemente lugares que ocupan en la casa.

Organizarte de esta forma facilitará llegar a fondo con el descarte de los objetos innecesarios. Lo importante es que una vez que comiences a deshacerte de las cosas que se encuentran en una de esas categorías, termines, no debes quedarte a mitad de camino.

Brody también explica que es necesario establecer «objetivos razonables en función del tiempo y la resistencia que dispongas. Si un armario entero es demasiado intimidante, incluso una tarea tan pequeña como limpiar los artículos de un solo cajón o estante puede hacer que empieces en la dirección correcta».

En caso de que tu acumulación se deba a que guardas para otros, considera darles un plazo para que recojan sus cosas.

Pedirle ayuda a un amigo, familiar e incluso asesor también es una buena forma de comenzar a desligarte de aquello que no necesitas.

Belk, Yong Seo y Li concluyeron que «la ayuda de organizadores profesionales se está convirtiendo en un fenómeno común, como contratar a un diseñador de interiores para la decoración del hogar».

Los organizadores profesionales no solo ayudan a ordenar los hogares, también liberan a las personas de la frustración y el pánico que las superficies atestadas o desordenadas de la casa provocan.

Según los autores «un organizador profesional ayuda a sus clientes a tirar el pasado y reconstruir una vida nueva, simplificada y ordenada».

Algo que también puede ayudar a desligarte de los objetos es comenzar con pequeños descartes periódicos: papeles, notas, agendas, o facturas. Todo puede contribuir a que te sea más sencillo despegarte de cosas más grandes o importantes en un futuro.

Si bien deshacerte de lo que tienes es importante, no debes olvidar que los espacios que vaciaste pueden volver a llenarse. Para evitar este problema, antes de comprar cualquier cosa hazte un par de preguntas ¿en verdad necesito esto? ¿cómo se verá en casa? ¿dónde podré colocarlo?

Recuerda, si bien tomar estas decisiones puede ser difícil, ciertos acontecimientos o momentos del año funcionan como puntapiés ideales. El comienzo de un nuevo año, sin ir más lejos, puede ser lo que necesitas para empezar a deshacerte de todas esas cosas que ya no necesitas.