VERÓN. El cabello negroide o afro es característicamente rizado como consecuencia de la adaptación a los climas cálidos, permitiendo la circulación del aire con mayor facilidad, refrigerando la cabeza y evitando que alcance temperaturas peligrosas para el ser humano.
A diferencia de la creencia popular, los cabellos afro generalmente con finos y tienden a partirse fácilmente si los maltratamos. Al desenredarlo con los dedos y peines de dientes gruesos evitamos el fracturar la hebra, además de ser un ritual de amor a nuestros cabellos y a nuestra afrofemenidad.
Nuestros cabellos son naturalmente resecos, por lo que el conservar la hidratación es una tarea que dará sus frutos en un cabello saludablemente hermoso. Al dormir cubre tu cabello o almohada con una funda sedosa, que al contrario del algodón no absorben los aceites naturales del cabello, evitando el friz matutino.
Los sulfatos contenidos en champús son los que al producir la espuma dejan al cabello libre de sus aceites naturales y artificiales, dejándolo sumamente reseco. Al utilizar champús sin sulfatos, evitamos esta sensación; el problema es que muchos champús aún sin sulfatos dejan nuestros cabellos con la sensación de resequedad.
Nuestros cabellos aman el agua, y mientras más expuesto estén a ella mejor se sentirán, este es un principio que nos choca mucho a las negras, debido a la costumbre de no mojarnos el cabello por el secado y el desriz, y hasta el mito de que el exceso de humedad pudre el cabello.
Aplicar aceites o mantecas preferiblemente naturales, luego de un acondicionador sin enjuague, sella la humedad contenida en la hebra del cabello, lo que lo mantiene por más tiempo hidratado.
A pesar de lo difícil que es llevar un régimen natural, esta es la manera de lograr un cabello saludable. Los sulfatos, las siliconas, parabenos y el sin fin de productos químicos que se han creado para el “manejo” de nuestros cabellos, lo maltratan y deforman.
Cuando lo toques; no lo maltrates, masajéalo, péinalo y juega con él desde el amor. Al lavarlo distribuye el producto de tu preferencia con agua desde la raíz, masajeando con los dedos (no las uñas) el cuero cabelludo, llevando el producto suavemente sin maltratar ni romper la hebra, hasta las puntas.
Afrofeminas