VERÓN. – En toda historia de amor existen momentos decisivos, el más difícil es poner fin a la relación. En el proceso las paredes del hogar construido por ambos se convierten en prisión y los recuerdos en acusaciones, debido a que ahora se vive con el ex y no con la pareja que se amó.
Esta espiral de emociones y sentimientos es normal en cualquier pérdida significativa, debido que es parte del duelo. Sin embargo, el problema está cuando una de las partes afectadas hace de esta experiencia un arma para atacar al otro, señala en entrevista para Salud180 el coach en manejo de crisis Gustavo Aglez.
Sí se puede sobrevivir
Para el experto, la experiencia de vivir con la ex pareja bajo el mismo techo es complicada de superar porqué jamás se planteó al inicio de la relación.
Sin embargo, para poder sobrevivir a esta experiencia sin terminar por “destrozar” al otro, Gustavo sugiere que establezcan entre ambos las siguientes reglas:
1. Analicen, en profundidad, qué tienen ahora. Esto debe englobar un aspecto económico; renta, muebles y gastos generales del hogar. Segundo su disposición para llevar una relación tranquila.
2. Ninguno de los dos lleven a la nueva pareja a la casa que comparten.
3. Sus pláticas siempre deben ser respetuosas, sin gritos ni insultos.
4. Compromiso.
5. Establecer y respetar fechas. Si han convenido en dejar el hogar en determinado tiempo deben llevar acabo esto en el tiempo que establecieron.
6. Separen sus emociones, ya no son una pareja.
7. Los gastos se debe de compartir de forma equitativa.
Aunque este proceso debe servir como una forma de revaloración y mejoramiento personal, no una excusa para seguir en lo mismo.
