sábado, noviembre 23, 2024
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Pactos históricos

PUNTA CANA. A lo largo de su historia, la República Dominicana ha vivido importantes pactos que han quedado plasmados como intentos para arribar a consensos en torno a procesos fundamentales de la vida nacional. Unos han sido fallidos, y otros han sido fructíferos.

Hoy, los diversos sectores de la sociedad civil están convocados para lo que será otro nuevo dialogo, que también promete ser histórico. Y es que el presidente de la República, Luís Abinader, quiere impulsar una serie de reformas que incluye desde lo constitucional hasta lo laboral, la salud y la transformación del Estado.

La historia de diálogo y concertación siempre ha dado de que hablar y por tanto la población dominicana le ha prestado gran atención, por tocar temas de trascendencia nacional.

PACTO LA UNIÓN

Uno de esos pactos fue el denominado La Unión,  del 27 de enero de 1986. Los protagonistas fueron Salvador Jorge Blanco, José Francisco Peña Gómez y Jacobo Majluta, que se reunieron para bajar los enfrentamientos internos-

La batalla campal entre Peña Gómez y Jacobo Majluta, disputándose la candidatura presidencial, llegó al punto de ocupar el local Nacional por militantes tildados de “jorgeblanquistas” que simpatizaban por Peña Gómez. Igualmente, se produjo el histórico “concordazo”, que fue el tiroteo y la riña a sillazos ocurrido en el hotel Dominican Concorde, durante las primarias. Peña Gómez creó el BIS y Jacobo el PRI.

La XII convención del PRD se celebró en todo el país, salvo en San Pedro de Macorís, La Romana, Santiago y Miches. Las votaciones se efectuaron de 2:00 pm a 4:00 pm. Al evento fueron convocados más de 607 militantes organizados en 13,782 comités de base.

El escrutinio de los sufragios se interrumpió abruptamente, en un violento acto en el hotel Dominican Concorde, donde funcionaba el centro de cómputos, hecho que se conoce como el “Concordazo”.

Al momento de la interrupción del conteo de los votos Majluta, tenía a su favor 30 mil 466 votos y Peña Gómez 30 mil 012 para una diferencia de 464. Hubo denuncias de irregularidades en el proceso de escrutinio de los sufragios y oficialmente nunca se supo quién fue el ganador. El PRD se sumió en una crisis que finalizó con el Pacto La Unión, mediante el cual Majluta fue designado candidato presidencial y Asela Mera, esposa de Jorge Blanco, candidata a senadora por el Distrito Nacional.

PACTO POR LA DEMOCRACIA

Este fue un acuerdo al que arribaron José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, candidatos a presidente de la República Dominicana, tras el cambio de los resultados electorales de las elecciones del 1994, donde Peña Gómez resultó ganador y Joaquín Balaguer alteró los resultados declarándose ganador de las elecciones.

En las elecciones de 1994, el líder del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Joaquín Balaguer, puso de manifiesto nueva vez su astucia para lograr retorcer la voluntad del electorado y mantenerse en el poder, aunque en esta oportunidad, que sería la última, su mandato fue reducido a dos años. Agobiado por las presiones, Balaguer propuso la firma de un Pacto por la Democracia en el que planteó la reducción de su mandato a dos años para luego entregarlo a su más cercano competidor.

 Esa propuesta fue rechazada por el candidato del PRD. Ante esta situación, Balaguer aceptó reducir su período a 18 meses y cedió a la celebración de elecciones presidenciales el 16 de noviembre de 1995.

Sin embargo, mediante un trastrueque de documentos, se firmó un “Pacto por la Democracia” diferente al acordado por los dos líderes. Y es que Balaguer también se había mantenido en conversaciones con el PLD.

El acuerdo firmado finalmente en el Palacio Nacional, el 10 de agosto de 1994, establecía, entre otros aspectos, convocar a la Asamblea Nacional a fin de reformar la Constitución para establecer una nueva fecha de elecciones presidenciales, el 16 de mayo de 1996, y no en noviembre de 1995 como se había acordado, con lo cual se separaban de las elecciones municipales y congresuales, que serían en mayo de 1998.

PACTO DE LAS CORBATAS AZULES

El acuerdo fue firmado por Leonel Fernández y el presidente del PRD, Miguel Vargas. El objetivo básico era darle vida al futuro político de Fernández, quien entonces cumplía su segundo mandato que culminaba en agosto del 2012, pero quedaba imposibilitado de aspirar para el ciclo electoral de ese mismo año y de por vida, porque se lo prohibía la Constitución reformada en el 2002.

La reforma constitucional del 2002, bajo el influjo del ex presidente Hipólito Mejía, estableció que tras dos períodos consecutivos un ex presidente jamás podría aspirar al mismo cargo. Esa modificación al texto constitucional se centró en limpiar el camino para que Mejía repitiera como candidato presidencial para las elecciones del 2004.

El ex presidente Mejía fue electo en el 2000 con la Constitución resultante de la crisis política del 1994, que prohibió la reelección presidencial consecutiva, aunque sin establecer el “jamás”, que en lo adelante sería caldo de cultivo de encendidas confrontaciones y divisiones políticas insalvables.

Pero como lo que preocupaba a Mejía era el veto para la reelección inmediata, como ordenaba el artículo 49 de la Constitución del 1994, entonces hizo todo cuanto pudo para cuajar su proyecto político para las elecciones del 2004.

Nada ni nadie se lo impidió. Contra viento y marea, Hipólito logró que el artículo 49 en la reforma constitucional del 2002 dijera que “el presidente de la República podrá optar por un segundo y único período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo ni a la Vicepresidencia de la República”.

A partir de esta enmienda es cuando el polémico “jamás” adquiere mayor connotación y comienza a ser motivo de toda clase de discusiones. Y todo porque de esa prohibición dependía la vigencia de expresidentes que, aún con edad biológica para aspirar nuevamente, quedarían imposibilitados de hacerlo por el resto de sus vidas.

Para el 2004, el temible “jamás” no era motivo de perturbación para Leonel Fernández, que en ese momento saboreaba una apreciable popularidad, lo que no ocurría con Hipólito Mejía cuando se animó a modificar la Constitución para su fallida reelección.

La esencia de ese acuerdo era, obviamente, el apoyo del PRD para que en la próxima Constitución fuera eliminado el “jamás” que le espantaba el sueño al ex presidente Fernández.

Finalmente, en el 2010, la Carta Magna fue sometida a cambios profundos, con elementos realmente novedosos, pero con el artículo 124 plasmado a imagen y semejanza de los propósitos de Leonel: “El Poder Ejecutivo se ejerce por el o la Presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente”.

Con la Constitución del 2010, Leonel logró que se eliminara la reelección consecutiva y la palabra “jamás”, que fueran más tarde dos estocadas mortales a las aspiraciones futuras de su principal oponente interno, el presidente Danilo Medina.