Al Ayuntamiento de La Romana habrá que inscribirlo en el libro de records Guinness, por su frecuencia de aparecer en los medios con conflictos vinculados a supuestas irregularidades. Allí, cuando no son los camiones de basura y sus eternos cobros por cuentas no pagadas, entonces son los regidores denunciando malos manejos que la gente nunca sabe si son o no son ciertos, porque se quedan en patadas voladoras sin final.