martes, abril 23, 2024
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UNAP carecen de personal para promover salud preventiva

PUNTA CANA. Yoselina Valdez, de 56 años y residente en el sector Villa Esperanza del Distrito Municipal Verón-Punta Cana, asistió hace poco más de dos meses al doctor, porque sentía algunas incomodidades en su cuerpo. Ella forma parte de esa población que no previene las enfermedades visitando regularmente los centros de salud, sino que acuden cuando ya presentan síntomas.

“Yo fui porque me sentía más o menos en esa condición, porque si no me siento nada en el cuerpo no voy, pero me sentí muy mal”, afirmó Valdez. La salud preventiva sigue siendo un mito en los sectores populares, donde las personas asisten al doctor solo si tienen padecimientos que les resulten incómodos, pero no lo hacen antes para evitar mayores complicaciones. La escasez en la figura de promotores de salud y los pocos recursos que se perciben para estos fines hace que sea menos eficiente la labor de prevención.

Los médicos familiares son los dedicados, principalmente, a la salud preventiva. Actualmente, y según la nómina del Servicio Nacional de Salud (SNS) de mayo 2021, en la región Este había 172 médicos familiares, repartidos así: 88 en San Pedro de Macorís, 33 en La Romana, 21 en Hato Mayor, 19 en La Altagracia y 11 en El Seibo.

Este dato no pudo ser confirmado con la Regional de Salud, porque según el doctor Pedro Claxton, director de esa dependencia, la matriz aun no está actualizada por lo que no tienen el dato exacto de la cantidad de galenos de esta rama que hay en la zona Este.

La poca promoción de la prevención de enfermedades mantiene a la población dominicana cautiva de enfermedades que pudieran evitarse. En el caso antes mencionado de Yoselina Valdez, ella padece de diabetes y colesterol alto pero tomó la decisión de acudir a un centro médico cuando se sintió mareada, ya que no lo hacía regularmente para controlar sus padecimientos. Al igual que ella está Yilani Urbáez, de 44 años, que sufre de presión alta, colesterol alto y de afecciones pulmonares.

Urbáez visita el doctor cuando se siente algún malestar. La última vez que fue le mandaron a hacerse unas 16 analíticas para comprobar su estado de salud. “Tengo alrededor de dos años que no voy a hacerme chequeos rutinarios”, recalcó esta residente en Verón-Punta Cana.

Se recuerda que actualmente el Estado no tiene un capítulo destinado a la salud preventiva, y los recursos que se destinan a esto están repartidos a lo largo del presupuesto nacional y resultan muy ínfimos. La promoción de salud es muy mínima y quienes tienen a su cargo esta responsabilidad han no han podido desempeñarla.

Según los resultados de la investigación realizada conjuntamente con Marc Gibert sobre lecciones aprendidas para implementar la Atención Primaria de Salud en Latinoamérica, realizado para el Observatorio de Seguridad Social (OSES), el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y la Fundación Plenitud, República Dominicana y Haití son los peores en el ranking sobre el desempeño de los sistemas de salud de 22 países de América Latina estudiados en el 2017, mientras que Costa Rica, Cuba, Uruguay y Chile son los mejores.

La Atención Primaria de Salud es un punto neurálgico para la prevención y promoción de la salud, por lo que su deficiencia en el país denota las condiciones en las que se encuentra la salud preventiva.

ROL DE LAS UNAP

Las Unidades de Atención Primarias (UNAP) son las responsables de gran parte de la salud preventiva, a través de la figura de promotores/as de salud, pero la escasez de personal y recursos limitan estas funciones.

Por ejemplo, en el Manual de Organización de las Unidades de Atención Primaria (UNAP) se define la Atención Primaria y Ambulatoria como puerta de entrada a la red de servicios con atención profesional básica a la población adscrita o bajo su cargo, dotada de adecuada capacidad resolutiva centrado en el fomento de la salud, la prevención de las enfermedades, acciones de vigilancia epidemiológica y del seguimiento a pacientes especiales, que cubra las emergencias y la atención domiciliaria.

Las Unidades de Atención Primarias (UNAP) son las responsables de gran parte de la salud preventiva.

Según esta definición las UNAP llevan la carga de prevenir enfermedades en la población bajo su responsabilidad, pero la realidad es que estas operan con deficiencia. Se les escasean los insumos básicos para dar primeros auxilio, carecen de personal y de recursos para estas labores.

Un ejemplo de esta situación se da en la UNAP de Verón-Punta Cana, donde la doctora Dulfelina de la Cruz, médico familiar y directora de este centro, señala que no cuentan con la figura de promotor de salud.

Según de la Cruz tienen déficit de promotores de salud. Destaca que estos tienen la función de estar en las comunidades, ver la patología más frecuente de esa población, pacientes de atención y orientar a la comunidad.

“Solamente tenemos uno (un promotor) y lo tenemos ubicado en las consultas porque es el que nos orienta a las personas de como es el proceso de llagada y todo eso”, manifiesta la médico familiar.

De la Cruz entiende que la deficiencia en promotores de salud es una realidad de todo el país, puesto que antes estos eran voluntarios, pero pasaron a ser asalariados y desde ahí la cantidad de personas dedicadas a esto disminuyó considerablemente.

La directora de la UNAP de Verón refiere que lo ideal para la prevención es realizar jornadas cada cierto tiempo enfocadas en la vacunación de niños de 0 a 5 años, jornadas para pacientes diabéticos e hipertensos yendo a las comunidades a tomar la presión y la glicemia. Además de realizar operativos de Papanicolaou para detectar cáncer de cérvix y ensenarle a las mujeres como detectar el cáncer de mama.

EL DEBER SER

El recurso humano que integra cada UNAP debe estar conformado por un médico general, un personal de enfermería, un supervisor de atención primaria o técnico de Salud Familiar y varios promotores de salud con formación en atención primaria, salud familiar, comunitaria y aptos para ejecutar acciones básicas de salud, fundamentalmente en el área de promoción de la salud y de prevención de enfermedades.

Para poder desarrollar todas estas funciones se debe contar con el personal necesario. Además las UNAP tienen la responsabilidad de atender y dar seguimiento a una población y su medio ambiente, que oscila de forma orientativa entre 2,500 y 3,500 habitantes (500 a 700 familias), que residen en un sector geográfico determinado, llamado sector de salud. En la mayoría de los casos estas unidades están ubicadas en lugares donde la cantidad de familias sobrepasan esos números.

Un caso que denota lo antes planteado se da en el Distrito Municipal Verón-Punta Cana, donde funcionan tres UNAP y la población es de más de 100 mil personas, por lo que no se dan abasto. Y de esas unidades hay dos que operan de forma precaria.

Génesis Pache
Génesis Pache
Licenciada en Comunicación Social, mención periodismo. Egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Apasionada por la lectura y amante de todo lo creado por Dios.