LIMA, PERÚ. La Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) respaldó este domingo al jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) de Perú, Piero Corvetto, quien denunció haber sido agredido físicamente en medio de las críticas de Keiko Fujimori por los resultados electorales.
En un mensaje publicado en redes sociales, la Uniore reiteró el reconocimiento al trabajo profesional y las convicciones democráticas de las instituciones electorales de Perú.
El organismo, que tuvo una de las misiones más numerosas de observación electoral durante los comicios peruanos, ya descartó en su informe preliminar la existencia de irregularidades graves propias de un “fraude sistemático” como denuncia Fujimori desde el momento que vio que la derrota en las urnas era casi irreversible.
En su informe preliminar, la Uniore calificó de “correcto y exitoso” el proceso electoral que tiene como virtual presidente electo al izquierdista Pedro Castillo.
Corvetto denunció el sábado en redes sociales haber sido víctima de una agresión física y verbal por una persona no identificada dentro del Club Regatas Lima, un exclusivo club de la clase alta limeña, que se negó a brindarle la identidad del agresor, por lo que la Fiscalía ha abierto una investigación de oficio.
La agresión se produjo después de las fuertes críticas y una campaña de desprestigio contra Corvetto por parte de Fujimori y la derecha peruana, donde se ha llegado a organizar manifestaciones frente a su domicilio.
La candidata del partido fujimorista Fuerza Popular insiste en una auditoría de la OEA y en que la ONPE entregue las listas de electores para revisar si hubo fraude como ella sostiene.
Para esta última demanda ha presentado incluso un recurso en el Poder Judicial para que se le ordene a la ONPE hacer públicas esas listas, algo polémico que puede contravenir la Ley de Protección de Datos, ya que incluye las firmas, huella dactilar y número del documento nacional de identidad (DNI) de cada elector.
En ello insiste ahora Fujimori después de que los recursos presentados para anular unos 200.000 votos de zonas rurales, andinas y pobres en las que Castillo tuvo un apoyo abrumador hayan sido rechazados por los jurados electorales por falta de pruebas del fraude que ella alega.
Además de la Uniore, tanto la OEA como la Unión Europea y los gobiernos de Estados Unidos y Canadá han descartado la existencia de un fraude en los comicios peruanos.
Incluso la encuestadora Ipsos constató que no hay evidencias de fraude al hacer un análisis de las más de 86.000 actas procesadas en el escrutinio.
Con todos los votos contados, Castillo es el virtual presidente electo de Perú al obtener el 50,12 % de votos válidos, con un estrecho margen de 44.000 votos sobre Fujimori.
De ser confirmados los resultados por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) se quedará por tercera vez a las puertas de ser la primera mujer en presidir de Perú tras perder en 2011 contra Ollanta Humala y en 2016 frente a Pedro Pablo Kuczynski.