Punta Cana.- Justo cuando el mundo proclama unidad para afrontar los grandes retos que nos depara el impacto del covid-19, en la zona Este del paÃs resurge un viejo conflicto entre dos provincias vecinas con vÃnculos históricos. Hablamos de La Romana y La Altagracia, dos provincias que marcan diferencia frente a otras provincias, por ser dos enclaves turÃsticos de singular importancia para el sostén de la economÃa nacional.
Estas jurisdicciones libran desde hace décadas una lucha frontal por el dominio territorial del Distrito Municipal BayahÃbe. Con esta comunidad turÃstica pasa lo mismo que en otras partes del paÃs, donde sus habitantes, aun plenamente conscientes del territorio al cual pertenecen, se identifican mucho más con las demarcaciones vecinas.
Algo visto como normal y sin mayores desvelos. Sin embargo, durante años, el liderazgo polÃtico de La Altagracia se ha quejado de que La Romana intenta â??adueñarseâ? de Bayahibe, y basan sus argumentos diciendo que en esta provincia se gestan proyectos de diversa Ãndole, sin tomar en cuenta que esa localidad es una subdivisión administrativa de La Altagracia.
Aunque nunca ha estado en discusión que Bayahibe es un distrito municipal del municipio San Rafael del Yuma, los romanenses ripostan esa acusación enrostrándole a los altagracianos que cuando ese pueblo no habÃa alcanzado el desarrollo turÃstico que exhibe actualmente, nadie se habÃa interesado en proclamarlo como suyo. Ambas provincias poseen valiosÃsimos recursos que le confieren condiciones envidiables de desarrollo. Por esto, insistir en mantener este debate estéril servirá solo para atizar la división de estos pueblos hermanos.