domingo, noviembre 24, 2024
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Incumplimiento de protocolo en bares y centros de diversión del Este

VER�N. La falta de inspecciones por parte de las autoridades, así como de los permisos y certificaciones para poder operar, caracterizó la reapertura de bares y centros de diversión desde el miércoles de la pasada semana. Desde el primer día de puesta en marcha de estas medidas, los bares y negocios vinculados ya daban claras señales de incumplimiento de todo lo dispuesto por el Ejecutivo. Abrieron sin contar con los permisos exigidos, no controlando el distanciamiento social, pero también excediendo del horario permitido para estar operando.

VERON-PUNTA CANA

En esta demarcación, que reúne una cantidad significativa de bares, restaurantes y casinos, algunos establecimientos reabrieron sus puertas sin contar con el certificado emitido por el Ministerio de Salud Pública y además con aglomeración de personas, que no portaban mascarillas y excediendo el horario permitido. Este medio hizo un recorrido el día miércoles 27 de enero y pudo observar que varios locales en zonas como la avenida España, El Cortecito y Los Corales aun funcionaban pasadas las 7 de la noche, sin presencia en sus alrededores de la Policía Nacional, Ministerio de Salud y el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur).

Los bares y centros de diversión más grandes en la zona o muy recurridos por quienes frecuentan estos establecimientos no reiniciaron su funcionamiento. La gran mayoría de quienes violaron las disposiciones legales fueron locales medianos y pequeños. Un propietario de un bar, ubicado en la avenida España, afirmó no haber conocido cuales son las normativas que estableció el Ministerio de Salud Pública para bares y restaurantes y dijo que por tal motivo decidió abrir su local.

LA ROMANA

En la ciudad de La Romana, los bares y restaurantes a los cuales este semanario tuvo acceso, por tratarse de instituciones privadas, los dueños de los mismos aseguraron que durante la primera semana, no enviaron la carta de solicitud a la Dirección Provincial de Salud (DPS) de esta localidad para recibir sus respectivas acreditaciones por parte del Ministerio de Salud.

Sin embargo, aseguran, se reunieron con el director de la DPS, el doctor Alejandro Hodge, y éste les autorizó un máximo de 100 personas en el local. â??Nosotros podemos normalmente alojar aquí 300 personas, pero Salud Pública nos autorizó solo 100, pero nosotros decidimos que vamos a trabajar con 60%, que fue la cantidad que estipuló el Gobiernoâ? indicó José Chalagá Peña, quien es presidente de la Asociación de Dueños de Negocios de La Romana.

Chalagá Peña, también es socio de un bar y restaurante, que abrió sus puertas el pasado 27 de enero. Durante al referido lugar, se notó que hubo poca afluencia de personas. Algunas portaban mascarillas, otras no. Al entrar al establecimiento, un colaborador de Privity, aplicaba gel desinfectante en las manos de los clientes. Sin embargo, el personal no tomaba la temperatura de los que llegaban al comercio. Lo mismo ocurrió en un negocio de nombre Dyckman Lougue Restaurant, propiedad del empresario popularmente conocido como â??Makey Juckaâ?.

EL SEIBO

En esta provincia, la situación con los restaurantes y centros de diversión como colmadones y centros de expendio de bebidas alcohólicas en esta provincia, previo a las recientes disposiciones que estableció Salud Pública con el nuevo toque de queda, se mantuvieron operando en constante lucha tanto con las autoridades sanitarias como con la Dirección de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA) y la Policía Nacional, teniendo que intervenir docenas de locales y clausurando a varios de ellos que violentaban las medidas.

Sin embargo, respecto al cambio y reapertura de estos establecimientos, luego de estar cerrados, a solo dos días de que comenzaran a operar nuevamente con un protocolo que incluye la certificación oficial del Ministerio de Salud Pública para el correcto funcionamiento apegado medidas restrictivas para controlar la Covid-19, la mayoría de estos lugares se encontraban respetando los protocolos, aunque no contaban con la referida certificación.