Punta Cana.- Para marzo de este año, el Gobierno dominicano tiene prevista la compra de de diez millones de dosis de la vacuna AstraZeneca, un anuncio en principio recibido con optimismo, por el alivio que representa para frenar los embates del covid-19.
Sin embargo, desde que las autoridades in- formaran de la compra a futuro de esta vacuna, no han cesado las opiniones malsanas que proyectan resultados desastrosos luego de su aplicación.
Nos referimos a puntos de vista motivados por rumores y prejuicios, más que en hechos realmente verificables, en torno a los efectos de una vacuna que apenas comienza a comercializarse. Hay quienes hablan de efectos secundarios de toda índole.
Y se atreven incluso a sugerir que no es prudente aplicar esa vacuna hasta no ver la experiencia de otros países, que también tienen ya contratadas millones de dosis con la farmacéutica inglesa AstraZeneca.
Como era de esperarse, sin saber siquiera a qué le temen, ahora muchas personas rehúyen vacunarse contra la covid-19, por culpa de señalamientos infundados y orientados solo a sembrar incertidumbre en la población.
El Gobierno no debe pensarlo dos veces e iniciar cuanto antes una campaña masiva de educación ciudadana, dirigida a contrarrestar esos mensajes que únicamente pretenden boicotear los esfuerzos que realizan nuestras autoridades para triunfar en la lucha contra esta peligrosa enfermedad.
Esta campaña debe partir de un marco teórico que sirva de sustentación para demostrar que no existen riesgos de reacciones severas e inmanejables durante y después de la administración de esta vacuna.
El momento que vive el mundo con la covid-19 no es realmente alentador. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido insistente al recordarnos que no podemos bajar la guardia frente a esta pandemia.
Muchas naciones experimentan el sabor amargo de intensos rebrotes de este coronavirus, con todas las alarmantes secuelas que esto supone. Las medidas de confinamiento han ayudado bastante, pero no han sido suficientes para combatir al covid-19 con los resultados que todos deseamos.
Entonces, la mejor opción es apostar a que pronto tengamos la vacuna, que por ahora representa la única esperanza palpable para vencer esta crisis sanitaria.