miércoles, octubre 23, 2024
InicioColumnistasActualidad en Letras: Extraña en mi propio país

Actualidad en Letras: Extraña en mi propio país

Gloria Marranzini /
Gmarranzini56@gmail.com

Hace apenas unos meses regresé al país, después de haber vivido en Estados Unidos más de 35 años. No quería seguir añorando mi país, mi gente y mis costumbres por el resto de mis días. Sin embargo, confieso que nunca antes me he sentido más extranjera que aquí, en mi propia tierra.

Cuando llegas a un país civilizado todo funciona, todo fluye, y casi automáticamente te integras a ese sistema donde todo evoluciona en la proporción en que tú como individuo te adaptas, te esfuerzas y te preparas para avanzar. ¿Qué al principio es difícil? Claro, pero una vez superada la fase inicial, tus logros pueden ser ilimitados. El país que yo dejé atrás hace años era hermoso, ordenado, limpio, agradable.

El dominicano era gente alegre y vivaracha, pero respetuosa y trabajadora, de buenas costumbres. Se caminaba por las calles sin temor a ser arrollado, y mucho menos a ser asaltado para despojarte de lo que era tuyo. Nuestra ciudad estaba bien cuidada, las calles antiguas, pero transitables, nuestro malecón era un privilegio que pocos países podían Igualar. Teníamos parques y zonas verdes, vivíamos más en comunidad.

Teníamos tradiciones y nos sentíamos orgullosos de ellas. Al volver, no percibo casi nada de lo que soñaba encontrar. Siempre hemos sido catalogados como país del tercer mundo, pero lejos de avanzar para no merecer este calificativo, me parece que nos hemos garantizado la permanencia en dicha categoría y retrocedimos muchísimo en temas como la educación básica, el civismo, la limpieza, el respeto a los demás, la seriedad laboral, la integridad.

Mientras otros países han aprovechado las bonanzas económicas de los últimos 20 años para reducir sus niveles de pobreza y renovar infraestructuras. ¿Qué pasó en RD? Avanzar no significa llenar una ciudad de edificios, ni de autos (muchos de ellos inservibles), ni de lujosos restaurantes y hoteles abarrotados por un grupo económicamente privilegiado, vestidos y enjoyados, como si cada noche se tratara de una obra teatral ante una sociedad vacía.

Avanzar es precisamente: reducir cada vez más ese enorme contraste entre un ciudadano y otro. Ojalá nos estemos posicionando correctamente para aprovechar la próxima ola de expansión económica, y que todos los segmentos sociales se vean beneficiados.

Hilma Feliciano
Hilma Feliciano
Licenciada en Comunicación Social mención Periodismo Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en el año 2016 Diplomado en Taller de Oratoria (UASD) Diplomado en Herramientas para una Buena Comunicación (Adococ) Diplomado en Locución (Adococ) Diplomado en Conducción y Presentación de TV (Adococ)