Acuarela: Brecha digital
Génesis Pache | gpache@editorabavaro.com
Hace una semana viajé a un lugar un poco apartado, al paraje Las Tres Piezas. Fui allí en búsqueda de una historia de las que escribo cada semana en el periódico BávaroNews.
Ya conocía el lugar, pues en varias ocasiones lo había visitado, y a través de las teclas del computador había podido denunciar las dificultades que viven sus residentes. Algunas han tenido aparentes soluciones, pero otras permanecen en el baúl del recuerdo.
En mi viaje encontré la historia que estaba buscando, la de un niño de cinco años que ama ayudar a su familia cuidando las vacas. El pequeño asiste a la escuela primaria de esa comunidad, pero no tiene ni idea de cómo se usa una computadora o una tablet.
Si se preguntan por qué les cuento todo esto, pues lo hago porque me parece importante que reflexionemos sobre lo distante que están aún algunas localidades de lo que muchos vemos como nuestra cotidianidad.
Tal vez a tu alrededor viven decenas de niños que manipulan celulares, computadores y tabletas, pero en comunidades como Las Tres Piezas no hay luz, agua, cable, Internet ni ninguna otra tecnología que le permita a los más de 40 niños que residen allí y que asisten a la escuela rural, poder educarse a distancia como han propuesto nuestras autoridades.
Ojalá, y de verdad deseo con todo mi corazón que esta etapa que estamos viviendo como nación pueda cerrar un poco más las brechas que hay entre unos y otros. Que ellos, que están tan lejos de la civilización, puedan acercarse más, porque también merecen una oportunidad y hasta ahora nadie se la ha dado.
Hay comunidades en las que la brecha digital sigue siendo enorme. Recientemente, el director del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) dijo que la docencia deberá impartirse por radio y televisión, porque los problemas de conectividad del país son tantos y tan bastos que no habrá forma de que se puedan solucionar por ahora.
Debemos tomar conciencia, exigir y ser garantes de que a nuestras comunidades pueda llegar esa conectividad, para que nuestros niños no se queden atrás y sean incluidos en los beneficios que todos los demás reciben.