Durante la fase de campaña y en el discurso de traspaso de mando, el presidente Luis Abinader habló de hacer un gobierno de concertación nacional, donde diversos sectores pudieran ser parte activa de las grandes decisiones que definen el futuro de un Estado.
La concertación es la vía más idónea para que un gobierno pueda definir una agenda con amplias posibilidades de éxito, porque implica escuchar y ponderar opiniones diversas sobre situaciones, proyectos y desafíos, cuyas soluciones y realizaciones atañen no solo a un presidente y su equipo de trabajo.
Se trata, pues, de un excelente mecanismo de participación democrática, que muestra un alto grado de madurez en la forma de dirigir la cosa pública, alejada de resentimientos y mezquindades que no hacen más que sumergirnos en el rezago mental, que obstaculizan procesos y afectan negativamente el logro de grandes conquistas.
Los países desarrollados aprovechan siempre la experiencia y vastos conocimientos de políticos que han ocupado funciones importantes en el Estado. Y de esta manera se nutren de consejos sobre aspectos y coyunturas puntuales, que al ser ejecutados dejan ver excelentes resultados.
República Dominicana vive en estos momentos una realidad que no admite actitudes arrogantes y egoístas de quienes ocupan funciones públicas frente a sus rivales políticos. La pandemia por el covid-19 está matando a mucha gente, mientras otros luchan por sobrevivir a una enfermedad peligrosamente letal.
Que el presidente busque sugerencias para afrontar esta crisis sanitaria fuera de su gabinete, es una actitud plausible, que merece un gran reconocimiento y debería concitar el apoyo irrestricto de toda la colectividad.
El contexto social y económico sigue siendo incierto, al margen de los esfuerzos y voluntad demostrada de nuestras autoridades para salir a flote.
Las consecuencias funestas del covid-19 nos inquietan y entristecen a todos por igual. Entonces, es hora de actuar de manera conjunta, partiendo del criterio inobjetable de que enfrentamos a un poderoso enemigo común.
Esperamos que estos encuentros con el liderazgo político arrojen resultados positivos y gestiones prácticas, que ayuden a combatir efectivamente el coronavirus, que tanto daño ha hecho y sigue provocando en nuestra nación.