Punta Cana. – Rafael Leónidas Trujillo duró tres décadas gobernando la República Dominicana, un dÃa como hoy, en la noche del 30 de mayo del año 1961, un grupo de justicieros emprendieron un plan que acabó con la vida del tirano, para muchos en ese entonces «El Jefe». Se trató de una de las dictaduras más sangrientas en la historia polÃtica de América Latina, equiparadas con Francisco Franco de España, Alfredo Stroessner en Paragüay o Augusto Pinochet en Chile. Trujillo se encargó de sojuzgar el paÃs bajo la represión total hacia las posibles oposiciones. En la historia se registra el uso de actos delictivos como asesinatos, desapariciones, torturas, persecuciones y violaciones. Otros fueron exiliados. Un ejemplo de ello fue lo sucedido en 1937. El mandatario mandó masacrar en la frontera domÃnico-haitiana alrededor de unos 25 mil haitianos. Este genocidio fue conocido como la «masacre del perejil», debido a que las tropas dominicanas iban con una rama de esta planta pidiendo que pronunciaran su nombre. La vida, ese era el costo de quien no lo dijera correctamente. Otro caso que marcó la dictadura de Trujillo fue la muerte de las hermanas Mirabal. El triple asesinato de estas y su chofer, Rufino de la Cruz, incitaron al fin de la represión polÃtica. Asà acabó todo El 30 de mayo de 1961, Antonio de la Maza, Juan Tomás DÃaz, José Manuel (Tunti) Cáceres, Roberto Pastoriza, Luis Amiama TÃo, Amado GarcÃa Guerrero y el general Antonio Imbert Barrera pusieron en marcha un plan que terminó con la vida del tirano y sus acciones déspotas en la República Dominicana. El vehÃculo del dictador recibió más de 60 impactos de bala de diversos calibres, de los cuales, Trujillo recibió siete, lo que le provocó la muerte. Al ponerse fin a la dictadura, la República Dominicana comenzó un proceso de democratización y división territorial y polÃtica. La capital dominicana recuperó su antiguo nombre de Santo Domingo y se inició el perÃodo que entonces se llamó â??la destrujillizaciónâ?.