El «espejismo rojo» es un fenómeno que podría tener una profunda influencia en la percepción de los resultados de las elecciones en Estados Unidos, especialmente en un contexto de polarización intensa como el actual.
Este término describe un patrón en el que los primeros resultados tienden a favorecer al Partido Republicano debido a que el voto presencial, que generalmente cuenta primero, suele ser más favorable a los republicanos, mientras que el voto por correo y anticipado —donde los demócratas suelen tener mayor participación—se contabiliza más tarde en la noche o incluso en los días siguientes.
Esta diferencia en el proceso de conteo puede crear la impresión de una ventaja temprana para el candidato republicano, en este caso Donald Trump, que luego se va reduciendo o incluso revertiendo conforme se contabilizan los votos restantes.
Este desfase en el conteo de votos ofrece una oportunidad para que Trump, en caso de percibir una ventaja inicial, declare una victoria prematura y argumente que cualquier cambio posterior en los resultados indica fraude.
Ya en 2020, Trump utilizó esta estrategia para desacreditar la legitimidad de la victoria de Joe Biden, afirmando repetidamente que se habían manipulado los resultados y que había fraude en los votos enviados por correo.
La estrategia, aunque sin bases comprobadas, generó una narrativa sólida entre sus partidarios que culminó en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Por tanto, es probable que, si se repite un resultado similar de cambio en el liderato de votos a lo largo de la noche, Trump intente de nuevo sembrar dudas en la legitimidad del proceso electoral.
Proyección de posibles escenarios
1. Declaración de victoria temprana y conflicto en las callesSi Trump declara victoria antes de que finalice el conteo total de votos y luego pierde debido a los votos por correo, el país podría enfrentarse a un escenario de violencia y protestas callejeras.
Los seguidores de Trump han mostrado disposición a movilizarse en respuesta a lo que consideran injusticias o irregularidades en el proceso electoral, por lo que, si él alega fraude, podríamos ver protestas y enfrentamientos entre simpatizantes republicanos y demócratas en diversas ciudades del país. En estados clave, donde el conteo suele ser más lento, esta situación podría crear tensiones aún mayores.
2. Acciones legales y desestabilización políticaTrump también podría buscar una resolución en los tribunales para frenar el conteo de votos o desestimar los resultados de ciertos estados, lo que intensificaría la incertidumbre.
En 2020, sus intentos de interponer demandas para bloquear el conteo de votos en estados clave generaron meses de conflictos legales que cuestionaron la integridad del sistema electoral estadounidense. Una estrategia similar podría prolongar la incertidumbre y desencadenar un caos político en el país, poniendo a prueba la solidez de las instituciones y del sistema judicial.
3. Impacto en la legitimidad democráticaEste tipo de narrativa sobre fraude electoral también impacta la percepción de legitimidad de las elecciones para una parte significativa de la población.
Las teorías de fraude repetidas erosionan la confianza en el sistema democrático, lo que lleva a un electorado menos dispuesto a aceptar el resultado de las urnas, especialmente si no es favorable a su candidato.
Esto representa un riesgo de largo plazo para la democracia en Estados Unidos, pues la desconfianza en las instituciones podría dificultar la gobernabilidad y el consenso en futuros períodos presidenciales.4. Potencial presión de aliados políticos y figuras públicasFinalmente, el papel de los principales líderes republicanos será crucial.
En 2020, muchos de ellos apoyaron las teorías de fraude de Trump o mantuvieron silencio, evitando contradecir sus declaraciones, lo que exacerbó la situación. Si estas figuras vuelven a apoyar la narrativa de fraude sin fundamentos, podrían alimentar una mayor polarización en el país y reforzar el rechazo de los resultados en una eventual derrota de Trump.
Por el contrario, si líderes republicanos clave deciden tomar una postura pública en defensa del proceso electoral, podrían ayudar a mitigar los riesgos de conflicto civil y contribuir a una transición pacífica, independientemente de los resultados.