La Iglesia católica ha lanzado nuevas iniciativas en la Pastoral Juvenil para acercarse a los jóvenes y profundizar su espiritualidad. El objetivo es fortalecer la fe de los jóvenes, darles herramientas para enfrentar los retos actuales y promover el cambio en sus comunidades.
Con actividades que van desde encuentros espirituales hasta proyectos de servicio comunitario, la Pastoral busca renovar el compromiso de los jóvenes con los valores y la misión de la Iglesia en un mundo en constante cambio. No se trata solo de un grupo de jóvenes que habla de temas religiosos.
La Pastoral tiene una misión de evangelización: anunciar las buenas nuevas del Evangelio a los jóvenes. Además, acompaña a los jóvenes en su proceso de formación espiritual, para que sientan la libertad de compartir su fe, penas y alegrías.
DE QUÉ SE TRATA
La misión es formar a los jóvenes, catequizarlos y ayudarles a encontrar su vocación, ya sea en el orden religioso, matrimonial, sacerdotal o social. El enfoque es comprometerse con Cristo, la Iglesia y la comunidad, siguiendo los senderos de la fe para reflejar en el futuro el amor y las enseñanzas de Cristo.
La Pastoral se enfoca en la formación espiritual y moral. Fomenta la fe, los valores cristianos y morales a través de actividades como retiros, proyectos comunitarios, integración parroquial, catequesis, estudio bíblico y diocesano. Ofrece atención personal a cada joven, incluyendo formación humana y social.
En la Iglesia, estos jóvenes católicos están encaminados a alcanzar la santidad a través de programas formativos y espirituales. Están al servicio de Dios y la Iglesia, apoyando el encuentro íntimo con Jesús en la Eucaristía. En la Pastoral de El Seibo, se desarrollan actividades que fortalecen la fe de cada miembro, basadas en el amor, la paz, la fe, la solidaridad y otros valores. Los jóvenes se muestran animados y entusiasmados con los eventos. Sin embargo, los dirigentes enfrentan desafíos.
Actualmente, definen este tiempo como difícil porque los jóvenes no se sienten atraídos como antes. Han perdido el sentido de vivir en comunidad, y ese es el mayor desafío. La Pastoral se adapta a los cambios que presentan los jóvenes, manteniendo a Dios y su palabra como centro. Cuenta con una estructura sólida, que va desde el grupo parroquial hasta la Comisión Nacional de la Pastoral Juvenil de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Esta estructura incluye un conjunto de colaboradores que trabajan en sintonía, con líderes en constante capacitación. Consideran importante la inclusión de los jóvenes en su proyecto, ya que son la razón de su existencia. Buscan apoyar a los jóvenes en su búsqueda de Cristo, ofreciendo un refugio en Jesús sús, amigos y hermanos que respondan a sus inquietudes.
Así lo detallan los miembros de la directiva: Endry Medina, Francisco Sánchez, Katherine Nolasco e Ismarie Constanzo. Finalmente, expresan que los padres son pilares importantes en los grupos. Ayudan a dar seguimiento y acompañamiento durante los procesos difíciles que atraviesan sus hijos.