La prolongada crisis en Venezuela sigue siendo motivo de preocupación para la comunidad internacional. La República Dominicana se une a las voces que reclaman un cambio en el enfoque del régimen de Nicolás Maduro, que ha optado por la represión en lugar de la reconciliación y el diálogo democrático.
El pueblo venezolano ha soportado una economía colapsada, escasez de alimentos y medicinas, y una persecución feroz contra las voces disidentes que ha cercenado sus libertades fundamentales. A pesar de estas adversidades, los venezolanos continúan luchando por un futuro mejor, demostrando una determinación y valentía que merecen nuestro respeto, apoyo y reconocimiento. El pedido contundente y coincidente al régimen de Maduro es que deponga su actitud represiva contra el pueblo venezolano.
Porque la fuerza ni la violencia son medios legítimos para retener el poder político y electoral, y mucho menos para imponer una autoridad legalmente cuestionada. La llegada constante de migrantes venezolanos a países vecinos, incluyendo a la República Dominicana, es una clara señal de la angustia y el sufrimiento que se vive en Venezuela. República Dominicana reitera su compromiso con los principios democráticos y los derechos humanos, y se une al coro de naciones que instan al régimen de Maduro a escuchar el clamor y exigencias de su pueblo.
El éxito de los venezolanos no sólo beneficiará a su propia gente, sino que también fortalecerá la estabilidad y la paz en toda la región. La esperanza mundial está cifrada en que Venezuela será capaz de renacer y ofrecer un futuro digno y seguro para todos sus ciudadanos.