CHILE.- En el primer incidente en Chile, cuatro adolescentes, con edades entre los 13 y 16 años, fueron asesinados a tiros después de salir de una fiesta de cumpleaños en la madrugada del domingo 14 de julio en Quilicura, al norte de Santiago, Chile. La justicia chilena está investigando el caso y ha detenido a un sospechoso con un extenso historial delictivo.
En el segundo incidente, cinco personas murieron en un tiroteo ocurrido el martes 16 de julio en un centro de eventos en Lampa, dentro de la región metropolitana de Santiago. Según reportes preliminares de Carabineros, todas las víctimas eran extranjeras. Además, se han reportado otros tiroteos en los últimos cinco días que resultaron en la muerte de al menos otras seis personas.
Este aumento inusual en el número de homicidios con armas de fuego es preocupante para Chile, un país que, aunque generalmente se considera seguro en comparación con otros en América Latina como Costa Rica, Uruguay y Argentina, ha visto un incremento de la violencia en los últimos años. El presidente Boric ha dedicado gran parte de su agenda política a abordar este problema, que se ha convertido en la principal preocupación de los chilenos según las encuestas.
Uno de los mayores problemas es el aumento del narcotráfico, la delincuencia y los homicidios, a pesar de que las cifras del Ministerio del Interior indican una disminución del 6% en la tasa de homicidios en 2023 en comparación con el año anterior. Chile también ha enfrentado la presencia de bandas delictivas como el Tren de Aragua, que han operado en el país según informes policiales.
Aunque la policía y la fiscalía continúan investigando los responsables detrás de estos recientes homicidios en Chile, es crucial enfocarse en la evolución del crimen organizado en el país, como destacó Zeballos.