BRASIL. La región sur de Brasil se enfrenta a una devastadora catástrofe luego de intensas lluvias que desencadenaron inundaciones mortales, según informes de la Defensa Civil, el saldo de víctimas ha aumentado a 66 muertos y 101 personas siguen desaparecidas, mientras los rescatistas trabajan sin descanso para evitar una tragedia mayor.
En el estado de Rio Grande do Sul, más de 80 mil personas han sido evacuadas y otras 15 mil se refugian en albergues gestionados por las autoridades.
Calles anegadas, casas sumergidas hasta los techos y la moderna capital, Porto Alegre, con sus 1.4 millones de habitantes, completamente inundada.
La ciudad se encuentra en estado de emergencia, con el río Guaíba alcanzando niveles sin precedentes, superando incluso marcas históricas establecidas en inundaciones pasadas.
Aunque las lluvias han disminuido este domingo, el peligro persiste ya que las aguas continúan avanzando sobre la metrópoli, el gobierno continúa los esfuerzos de rescate, la esperanza se mantiene frágil mientras la comunidad local y los servicios de emergencia luchan contra las adversidades.