La desaparición de personas en la República Dominicana debería considerarse un tema de interés nacional. La angustia que experimenta una familia al enterarse de que un ser querido ha desaparecido es indescriptible y debería movilizar a toda la sociedad.
Sin embargo, la cotidianidad nos envuelve en noticias diarias, relegando estos casos a un segundo plano, incluso para las autoridades. La falta de atención y recursos destinados a la búsqueda de personas desaparecidas ha dejado a muchas familias en una dolorosa incertidumbre, sin respuestas ni cierre.
Por eso, es imperativo que el Ministerio Público y la Policía actualicen sus técnicas de investigación para abordar eficazmente estos casos. También, es necesario sensibilizar a la sociedad sobre la gravedad de este problema y fomentar la colaboración entre la comunidad y las autoridades.
La falta de actualización en las técnicas de investigación contribuye a la impunidad y perpetúa la vulnerabilidad de la población. Es esencial establecer protocolos más robustos, integrando tecnologías modernas y fortaleciendo la coordinación entre las distintas agencias de seguridad y la justicia.
Además, la sensibilización pública y la educación sobre la importancia de reportar de inmediato cualquier desaparición, son pasos fundamentales para crear una sociedad más vigilante. Este llamado a la acción debe resonar a nivel nacional para impulsar un cambio significativo en la forma en que se abordan y gestionan los tristes episodios de personas desaparecidas. Sólo a través de un compromiso conjunto de la sociedad y las autoridades se puede esperar un cambio revelador frente al drama de personas desaparecidas.