PUNTA CANA, RD. Evangelina Rodríguez, nacida el 10 de noviembre de 1879 en San Rafael del Yuma, La Altagracia, emerge como una figura extraordinaria en la historia del Colegio Médico Dominicano. Originaria de una familia modesta, con Felipa Perozo como madre, una campesina analfabeta, y Ramón Rodríguez, destacado comerciante y militar bajo el mando de Pedro Santana, Evangelina desafió los prejuicios sociales de su época.
Desde temprana edad, destacó académicamente y obtuvo las calificaciones más altas al graduarse del Instituto de Señoritas en San Pedro de Macorís en 1902. En 1911, logró un hito histórico al convertirse en la primera mujer dominicana en obtener el título de medicina.
Tras obtener su título en 1919, inició su carrera médica en San Francisco de Macorís. En 1920, buscó perfeccionar sus habilidades en ginecología, obstetricia y pediatría en París, regresando en 1925 con diplomas de instituciones médicas francesas reconocidas. Al establecer su consulta, desempeñó un papel activo en la promoción de la salud materno-infantil.
Evangelina no solo se destacó en la medicina, sino que también dejó un impacto significativo en la literatura. Como pionera del ensayo femenino dominicano, publicó «Granos de polen» en 1915 y colaboró en la revista «Fémina» dirigida por Petronila Angélica Gómez. Además, escribió «Le Guerisseur: Cuento Chino Bíblico Filosófico de Moral Social».
Su firme oposición al régimen trujillista la llevó a ser detenida, torturada y abandonada cerca de Hato Mayor. A pesar de las circunstancias adversas, Evangelina falleció el 11 de enero de 1947. Su vida y legado resaltan por su valentía, contribuciones médicas y literarias, así como su resistencia ante la opresión del régimen de Trujillo, a pesar de ser marginada por la dictadura.