Según datos hospitalarios, la Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha calculado que las terapias que involucran la participación de perros han contribuido a disminuir hasta en un 60% la cantidad de medicación requerida por pacientes con depresión. En este sentido, se destaca cómo la presencia de un perro en la familia puede ser beneficiosa para mitigar los efectos de la enfermedad.
Desde la RSCE han afirmado cómo el contacto con perros llega a favorecer la asistencia de pacientes con esquizofrenia a las consultas. Esto ha logrado reducir el absentismo de este colectivo en un 80%.
Es más, destacan como un estudio llevado a cabo en personas mayores con depresión reveló cómo también reduce la ansiedad y la tristeza. El estudio realizado en el Hospital Universitario de Torrejón también mostró que mejoraron las relaciones interpersonales de los pacientes, reduciendo la sensación de soledad.
Durante estas terapias con perros, se fomenta la participación activa, acariciándolo, jugando con él y estableciendo una comunicación no verbal. Gracias a ello, se pueden liberar neurotransmisores asociados al bienestar emocional. Es así como el tratamiento ayuda a mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión.