El 2023 está por terminar. Casi 365 días han pasado y tras el trayecto recorrido, volvemos a colocarnos en la frontera imaginaria del tiempo, un espacio que permite volver la vista atrás para ver la senda andada y levantar la mirada hacia el devenir.
Durante este año, ocupó un importante lugar en la atención de los pueblos del Este del país, el tema de la salud, no solo por el surgimiento de enfermedades que acapararon el interés colectivo, sino por la marcha lenta de los procesos de construcción de importantes hospitales y centros de salud.
El hospital regional Doctor Antonio Musa, de San Pedro de Macorís, es uno de esos centros asistenciales, en construcción desde hace más de 15 años, y aunque está siendo entregado por etapas, aún no se vislumbra su terminación. Su importancia radica en que a ese nosocomio son transferidos los casos más graves de El Seibo, Hato Mayor, y otras poblaciones de la región. El problema de los hospitales es preocupante porque por la falta de una respuesta rápida frente a una situación grave, muchas personas han perdido la vida.
La carencia de centros especializados en poblaciones con muchos habitantes constituye un dolor de cabeza, especialmente cuando hay que realizar el traslado de un paciente. Para poblaciones como El Seibo y algunos poblados de Verón Punta Cana como son Cabeza de Toro, La Ceiba, Macao y otros, el tema de los hospitales y centros de salud colectiva es muy sensible, razón por la cual se hace imperiosa la necesidad de que estas demandas sean priorizadas en los planes gubernamentales del 2024, como una forma de dignificar la vida de los más necesitados.