lunes, noviembre 25, 2024
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Pájaro prehistórico que se creía extinto regresa a Nueva Zelanda

PUNTA CANA, RD. Dieciocho aves takahē han sido liberadas en la naturaleza de una reserva natural en el lago Wakatipu en un enorme e histórico éxito de conservación. Se trata de una especie de pájaro prehistórico que se creía extinto. Se espera que a esto le sigan siete más en octubre y otros 10 en los primeros meses del próximo año, mientras esta maravilla redescubierta continúa su largo camino hacia la recuperación hasta convertirse en la tercera población reproductora separada en la naturaleza.

Sin embargo, fueron redescubiertos después de la Segunda Guerra Mundial y desde entonces los conservacionistas han adoptado un enfoque proactivo para garantizar su supervivencia. Los huevos ubicados en la naturaleza se llevan a centros de atención para protegerlos de ladrones como armiños, hurones y ratas.

Los conservacionistas criaron polluelos en centros de reproducción utilizando títeres con forma de calcetines con forma de cabezas de takahē adultas, una técnica invaluable que eventualmente dio paso a la reproducción en ambientes especialmente controlados. Atrapar a los depredadores invasores también ha sido una contribución increíblemente importante al crecimiento constante de la población del animal de alrededor del 8% anual.

En la Isla Sur de Nueva Zelanda, el lago Wakatipu es el más largo del país insular y serpentea por el valle de Waimāori a lo largo de 50 millas. El entorno circundante de laderas alpinas es perfecto para el pájaro de un pie y medio.

“Tienen un aspecto casi prehistórico”, dice Tūmai Cassidy, del grupo indígena Ngāi Tahu que administra la tierra alrededor del lago Wakatipu. “Muy grande y audaz”.

Afirma que desde el frente parecen perfectamente esféricos, como una Tierra en miniatura montada sobre un par de patas de color naranja. Para los maoríes, la reintroducción es increíblemente especial. En el pasado, los maoríes reunían las plumas del pájaro en capas, y los cantos de estos animales que irradiaban las laderas desde el fondo del valle eran un recuerdo preciado que ahora tal vez podamos revivir.