PUNTA CANA. ¿Dónde está Eleonora?» es un cuento infantil que busca la inclusión de la comunidad en situación de discapacidad visual, baja visión y sordoceguera.
Es por eso que la autora Saymi Lahoz decidió presentar el libro en distintas versiones: Audible, impresa y en sistema braille.
Estas diferentes traducciones e interpretaciones tienen como objetivo crear conciencia y sensibilidad en los niños que tienen el privilegio de ver y distinguir colores.
«¿Dónde está Eleonora?» narra la historia de una niña llamada Eleonora, quien aprende de las notas musicales y se sumerge en el ritmo de las letras de los principales compositores dominicanos que son dignos de conocer y admirar, entre ellos Julio Alberto Hernández, Luis Felipe Alberti Mieses, José de Jesús Ravelo, Salvador Arquímedes y la Banda Municipal.
Saymi Lahoz manifestó que tiene el propósito de ayudar y decidió crear un cuento infantil con páginas llenas de contenido cultural que mantenga presente, sobre todo en las nuevas generaciones, la vida y obras de los compositores dominicanos. Durante el lanzamiento, Lahoz recitó las páginas de este cuento al compás del piano, que tocaba la música de cada compositor mencionado en esas páginas.
Al evento asistieron niños, madres, padres, así como las maestras de esos menores. Este cuento infantil surgió a través de un recuerdo escolar que tuvo la autora. «Pude prestar mis ojos y mi voz leyendo para grabar fragmentos de libros que eran utilizados para la docencia de personas con discapacidad», expresó Lahoz.
Asimismo, subrayó que todos tenemos algo que dar y no tiene que ser material. Para darle mayor valor a lo que aporta el libro, había menores con discapacidades y una intérprete para los niños con discapacidad.
«La educación es clave para vivir en un mundo mejor, por tanto, la discapacidad visual no debe ser un obstáculo para que niños y jóvenes en esta situación cuenten con las herramientas que les permitan tener una educación de calidad y les garantice oportunidades para un mejor futuro», expresó Lahoz.
Dicha obra contó con el apoyo y auspicio de la Fundación Frank y Haydée Rainieri y la Fundación Grupo Puntacana.
