Dismorfia corporal en mujeres ¿Qué es y cómo saber
si la padezco?
Mónica Aybar
Trabajando este maravilloso mundo del fitness, y reconociendo que cuidar de tu salud
y tu físico te puede cambiar la vida, me ha tocado en varias ocasiones chocar con un
muro imaginario con respecto a ese concepto que tengo sobre el fitness, y esto,
debido en parte, al hecho de haber observado de primera mano ciertas
inconformidades o incongruencias en la forma de vernos de algunas mujeres, que casi
nunca, concuerdan con la realidad.
Es por ello que quise investigar a fondo de qué se trata este comportamiento y esto
fue lo que encontré.
La dismorfia corporal es un trastorno emocional en el cual la persona tiene una preocupación obsesiva y exagerada acerca de su apariencia física,
específicamente en cuanto a su cuerpo. Aunque la persona puede parecer a los
demás de aspecto normal o incluso atractivo, se siente constante insatisfacción y
preocupación por cómo se ve. Esta preocupación puede afectar su vida cotidiana,
causando ansiedad, depresión, aislamiento y otros problemas emocionales.
Algunos ejemplos de dismorfia corporal que experimentan las mujeres pueden incluir:
- Preocupación excesiva por la forma o el tamaño de su cuerpo, especialmente
de ciertas áreas, como el abdomen, los muslos o los brazos. - Obsesión por la piel, como las manchas, las cicatrices, las arrugas o el acné.
- Fijación por la apariencia de su cabello, especialmente por la cantidad, el
grosor o el estilo. - Preocupación por el tamaño o la forma de determinadas partes del cuerpo,
como los senos, las caderas o los glúteos. - Compulsión por la ropa y la moda, sintiéndose inseguras con la ropa que usan,
incluso si los demás la ven como atractiva.
Si sospechas que tienes dismorfia corporal, lo recomendable es buscar ayuda
profesional. Algunas opciones de tratamiento incluyen terapia cognitivo-conductual,
terapia de aceptación y compromiso y la terapia de exposición y prevención de
respuesta. También se pueden utilizar medicamentos, bajo supervisión médica, para
tratar los síntomas de ansiedad o depresión asociados con la dismorfia corporal.
El objetivo debe ser aprender a manejar tus pensamientos y emociones relacionados
con la apariencia física y aprender técnicas para mejorar tu autoestima y tu calidad de
vida. También puede ser útil practicar hábitos saludables de alimentación y ejercicio, y
buscar el apoyo de amigos y familiares comprensivos.
Y recuerda, cada ser humano es diferente, con la única persona que debes
compararte es contigo misma. Y si sientes que necesitas ayuda, no dudes en
buscarla. Tienes derecho a sentirte plena y feliz.