SANTO DOMINGO. Hoy se cumplen 58 años de una de las guerras que marcó un antes y un después en la República Dominicana, la Revolución de Abril del 1965. Los combates se extendieron por todo el país, y las Fuerzas Armadas del Gobierno y los insurgentes se enfrentaron en una serie de batallas sangrientas.
Pero ¿Cómo repercute este hecho hasta el día de hoy? El restablecimiento de la Constitución, la celebración de elecciones, la participación ciudadana, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la legitimidad internacional, fueron algunos de los aspectos más destacados de ese acontecimiento.
Entre los efectos positivos que se pueden mencionar está la consolidación de la democracia, porque desde entonces el país ha celebrado elecciones libres de manera regular, lo que ha permitido una alternancia en el poder. Esto, a su vez, ha permitido que la democracia sea el mecanismo para elegir las autoridades dominicanas y para dirimir asuntos de carácter estatal en el marco de la institucionalidad.
Otro de los beneficios que ha tenido el país, es el desarrollo económico. Después de la guerra civil República Dominicana ha logrado diversificar su economía y ha desarrollado sectores clave como el turismo, la agroindustria y la manufactura. La inversión extranjera y el comercio internacional también han sido importantes para el crecimiento económico del país.
Además, debido a la intervención que tuvo la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de otros países como Brasil, Argentina y México para una resolución pacífica del conflicto, la República Dominicana ha gozado de un reconocimiento internacional, a tal punto que es reconocida como un actor importante en la región y ha establecido relaciones diplomáticas con la mayoría de los países del mundo.
PERO FALTA MÁS.
A pesar de los avances logrados desde la guerra civil del 24 de abril, la Republica Dominicana sigue enfrentando desafíos importantes en muchos aspectos de su vida social y política. La corrupción, la desigualdad, la pobreza y la violencia siguen siendo problemas importantes que afectan a la sociedad dominicana. Además, la situación migratoria en la frontera con Haití sigue siendo un tema de preocupación para el país y para la comunidad internacional.