Trastornos del sueño
Katiuska De Camps
Dra.decamps@gmail.com
Hemos notado en la consulta un aumento en los trastornos del sueño, principalmente el concierne al insomnio. Nos lo refieren como una insatisfacción en cuanto a la cantidad o la calidad del sueño asociada a uno o más de los siguientes síntomas:
- Dificultad para iniciar el sueño (en niños se manifiesta por la dificultad para iniciar el sueño sin la intervención de los padres / cuidador).
- Dificultad para mantener el sueño: Despertares frecuentes o dificultad de conciliar el sueño después de despertar (en niños dificultad para volver a conciliar el sueño sin la intervención de los padres / cuidador).
Esta alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral, educativo, académico, del comportamiento u otras áreas importantes del funcionamiento del individuo. Esto se produce al menos 3 o más noches en la semana y está presente un mínimo de tres meses, esta dificultad se produce a pesar de las condiciones favorables para dormir.
No está asociado a los demás trastornos del sueño como son: La narcolepsia, la apnea del sueño (problemas con la respiración que causan un ronquido fuerte), el trastorno del ritmo circadiano, este llamado anteriormente trastornos del ciclo sueño-vigilia. Tampoco se asocia a una parasomnia (interrupción anormal del sueño como son el sonambulismo, hablar durmiendo, padecer de pesadillas, enuresis nocturna, convulsiones nocturnas, etc.).
La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental como un trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad generalizada, delirium, bipolaridad, etc.
La alteración no es debida a los efectos fisiológicos directos de sustancia como el uso y abuso drogas (alcohol, cocaína, marihuana, éxtasis, etc.), unos fármacos o de una enfermedad médica.
El insomnio puede afectar la memoria y concentración, provoca irritabilidad, ansiedad, también aumenta el riesgo de hipertensión arterial, enfermedad coronaria, diabetes, trastornos metabólicos, baja el sistema inmunológico, etc.
Con respecto al tratamiento primero debemos de tomar en cuenta el estilo de vida del paciente, debido que este puede tener malos hábitos de sueño que impida su mejoría como son el uso y el abuso de sustancia, no tener un horario fijo para dormir, duerme de día, etc. Segundo descartar patologías médicas y psiquiátricas.
Los tratamientos van desde realizar un cambio de estilo de vida, psicoterapéuticos: Terapia cognitiva, terapia de relajación, etc. Si esto no resulta se recomienda el uso de psicofármacos prescrito por el psiquiatra.