SANTO DOMINGO. Luego de varios años de negociaciones entre patronos y centrales sindicales, se llegó a un acuerdo de incremento de sueldo para los empleados del sector privado de la República Dominicana.
El incremento de los salarios aprobado fue en un 19%, porcentaje que será dividido en dos partes. Una primera (15%) es efectiva a partir del 1 de abril del presente año, en tanto que el 4% restante será aplicado en febrero del 2024.
De acuerdo a la nueva escala salarial, los trabajadores devengarán sueldos, de acuerdo al tipo de empresa para la que laboran. La segunda etapa de este incremento de sueldo se hará en febrero del próximo año y será aplicado un 4%, cambiando el total a percibir cada
mes, de los empleados privados.
Los empleados, a través de las centrales sindicales, demandaban un 35%de incremento salarial, sin embargo, en las negociaciones, se acordó un 19%. Al momento de acordarse el incremento de sueldos, la inflación estaba rondando el 13%, de acuerdo a datos ofrecidos por el Ministerio de Trabajo.
Otros sectores de la economía que también son impactados con los aumentos en los salarios y los procesos inflacionarios son los “no empleados” o el sector informal.
De acuerdo a analistas económicos, el incremento salarial generalmente ocasiona dos situaciones: 1) Una presión sobre los precios de la canasta familiar y de paso,
encarecer la vida de aquellos que no tienen ingresos mensuales fijos como son los chiriperos o trabajadores independientes. 2) Que el incremento de sueldos encarezca el costo de producción de las empresas y que estas opten por realizar cancelaciones de empleados, siendo otro factor a ser tomado en cuenta los factores inflacionarios tanto a nivel internacional como local. Las más afectadas son las pequeñas empresas.
INCREMENTO SALARIAL, AUMENTO DE PRECIOS
Desde antes de ser aprobado el aumento salarial, ya se verificaba un incremento en los precios de los principales artículos de la canasta familiar.
Los altos precios de la canasta obligan a las familias a dispensar mayor cantidad de recursos en la compra de los alimentos diarios, sacrificando, de paso algunos alimentos por su precio. Un ejemplo de ello es el costo de los plátanos cuyos precios verdes o maduros oscilan entre RD25.00, RD$30.00 y RD$35.00 pesos por unidad, sin agregar el precio de los huevos, los vegetales, todos con incrementos por encima del 20%.
Los incrementos del gasto familiar no se compaginan con los ingresos de los empleados, aún ahora, cuando se ha de registrar un nuevo incremento de sueldo, los precios de los artículos de consumo básico han experimentado incrementos significativos tanto
así que el arroz, víveres y otros han subido sus precios hasta en un 30%. Hasta febrero del presente año, la canasta familiar se ubicaba en 43,210.73, con precios que van aumentando mensualmente, de acuerdo a datos del Banco Central.
Si se compara el precio de la canasta familiar hacia diciembre del año 2020, esta tenía un costo de RD$36,936.17 pero al siguiente año, o sea hacia diciembre del 2021, el precio de la canasta familiar aumentó a RD$40,074.16.
Pese al incremento en los sueldos, los empleados creen que no será real una mejor calidad de vida por el tema de la inflación. El incremento de los alimentos se ha disparado en más de un 20%, llegando, en algunos casos hasta un 30%, en tanto que también los empleados ven que incrementará el pago de las contribuciones en el tema de la seguridad social, lo que prácticamente ahogará el escaso aumento salarial.
La inflación se asocia con el costo de la vida, pero también es un tema preocupante tanto para los empleados como para las empresas puesto que afecta los procesos de producción, y de paso, todo lo concerniente con la competitividad de las empresas.
Aunque tanto el sector empleador como el sector laboral, la inflación es una variable que les afecta de manera directa, sin embargo, esta se acentúa mucho más en la parte más débil que es el sector laboral, obligándole a redefinir sus gastos y muchas veces desmejorando importantes aspectos como es la alimentación.
En los primeros días del presente mes de abril, el Fondo Monetario Internacional presentó a los países sus recomendaciones institucionales para poder afrontar la crisis que ocasiona el incremento de la inflación en las economías emergentes.
CONSEJOS DEL FMI
El FMI, que actúa como consultor, mediador y supervisor de las políticas económicas de los países, especialmente de los de bajos ingresos, al iniciar el mes de abril del presente año
con su consiguiente panorama económico, ha sugerido una serie de recomendaciones con miras a mitigar el daño a los sectores más vulnerables, especialmente a los empleados.
En los primeros días del presente mes de abril, el Fondo Monetario Internacional presentó a los países sus recomendaciones institucionales para poder afrontar la crisis que ocasiona
el incremento de la inflación en las economías emergentes.
De acuerdo al informe titulado Monitor Fiscal de abril de 2023, “una alta inflación acarrea costos graves y duraderos para la economía y la población. Pero los efectos distributivos de la inflación, la forma en que transfiere dinero de unas personas a otras, son complejos”.
En un mensaje, colgado en su portal web, el FMI entiende que para responder eficazmente a la escalada “más dramática” de la inflación, en las últimas tres décadas, y para hacer frente al daño infringido a los hogares, las autoridades deben comprender mejor cómo la inflación afecta a los segmentos más pobres o vulnerables.
Considera que una política fiscal más fortalecida podría disminuir el impacto de la inflación en los presupuestos de los hogares pobres. En el informe del FMI se hace referencia al
estudio de los efectos que tuvo la inflación en los años 2021 y mediados del 2022, período en el que se experimentó un incremento de los precios de los alimentos y la energía.
El organismo internacional dijo que uno de los principales hallazgos del estudio fue que la inflación imprevista, erosionó el valor real de la deuda pública afectando a los tenedores de bonos. En los países en los que la deuda supera el 50% del PIB, cada aumento imprevisto “sorpresivo” de la inflación de 1 punto porcentual reduce la deuda pública en 0,6 puntos porcentuales del PIB, y el efecto dura varios años.