HATO MAYOR, RD. República Dominicana es identificado como un país que practica la fe. Independientemente de la religión o del concepto que la población tenga sobre la misma, se estima que el 88 % de los dominicanos se identifican como creyentes.
En esta ocasión, la serie Mujeres al Timón ha tomado en cuenta el rol de la mujer frente a la encomienda de guiar a otros a la practica de la fe, a través del Evangelio y permitiendo que la sociedad creyente y no creyente pueda conocer a Dios a través de su hijo Jesucristo.
La pastora Ruth Esther de la Rosa, pastora del Concilio Iglesia de Dios, es una mujer que ha ejercido el llamado de Dios durante 30 años para guiar a otras mujeres a reanudar su relación con Dios a través de una impactante transformación causada por el Espíritu Santo.
Para desarrollar este llamado, De La Rosa nos cuenta que ha tenido que prepararse académicamente, es por esto que obtiene el titulo de licenciatura en Psicología y Clínica y magister en Psicología Educativa.
Dentro de las labores ministeriales, destaca que la misión principal del guiar hacia el camino correcto y enseñar lo establecido por Dios, asesorar las vidas de los creyentes, coordinar actividades que aporten a la fe, así como desarrollo de obras sociales que sean de beneficio a las comunidades.
Expone su rol de mujer es transformar la sociedad mediante predicación y estudios bíblicos de la palabra de Dios, basada en que la Biblia establece en 1 de Corintios 12 que hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Son esos dones los que le permiten llegar a las comunidades y dar lo que Dios le he dado, logrando que las familias decidan conocer y entregarse a Cristo.
Reconoce que el mayor obstáculo que ha tenido que enfrentar es el machismo, ya que hay hombres que quieren convertirse a Jesús pero no quieren pertenecer a una congregación pastoreada por una mujer. Algunos deciden asistir por lo menos la primea vez y deciden quedarse, pero la mayoría no acepta el mensaje de salvación a través de una pastora.
Detalla que la mujer es sumamente importante en la sociedad, porque ha demostrado que son multifacéticas y capaces de de asumir cualquier trabajo, no tienen temor a arriesgarse, luchan por la familia y la sociedad, imparten vida, son fuerzas poder, ejemplo de decisión.
Revela que a pesar del largo camino que resta a las mujeres para recibir el valor que merecen, agradece a Dios por lo que ha podido lograr siendo mujer.
