SANTO DOMINGO. El drama es el mismo cuando se convoca a una feria de empleos sea pública o privada: centenares de jóvenes con un fólder o sobre manila en las manos, conteniendo unas cuantas páginas con sus datos personales y copia de los escasos títulos o diplomas obtenidos por los cursos que estudiaron, de los cuales pocas veces tienen experiencia, salvo aquellas decenas de horas, que a modo de pasantía ofrecen algunas escuelas o institutos técnicos.
Las largas filas de las ferias de empleos constituyen señales inequívocas de que las oportunidades de trabajo son verdaderamente escasas. Como dice Anabel del Rosario, quien estuvo presente en una feria de empleos realizada recientemente en la capital
dominicana “las oportunidades son calvas y hay que atraparlas por los pelos”, refiriéndose a las oportunidades de conseguir un empleo que le facilite la obtención de recursos para resolver sus problemas de vida.
Una de las formas más rápidas de superar la condición de pobreza y mejor las condiciones de vida es con un empleo que garantice ingresos mensuales.
DESEMPLEO
El 73% de la población considera que el desempleo es uno de los principales problemas que afectan a la República Dominicana, de acuerdo a una investigación realizada por Participación Ciudadana, en marzo del 2022. Esa realidad sustenta el indicador del nivel de vida de los dominicanos, el que para el 2021, ocupaba el puesto 84 en la lista de los 196 países en el ranking de PIB per cápita. Lógicamente esta realidad también sustenta los informes del Índice de Desarrollo Humano (IDH) que elabora las Naciones Unidas para medir el nivel de vida de los dominicanos, encontrándose el país en el puesto 80.
Aunque se ha registrado un ligero incremento en la tasa de ocupación de la República Dominicana, tras la superación de la crisis dejada por la pandemia, lo cierto es que la tasa de desocupación abierta (indicador oficial de desempleo) se reduce en 1.6 p.p. al pasar de 8.0% en enero-marzo de 2021 a 6.4% en enero-marzo de 2022. La tasa de ocupación (TO), que representa el porcentaje de personas en edad de trabajar que están ocupadas, exhibe un aumento interanual de 2.6 puntos porcentuales.
Tomando en cuenta esta realidad que afecta especialmente a la juventud puesto que atrasa indefectiblemente su desarrollo, condenándole a la pobreza, convirtiéndose esto en un caldo de cultivo para la delincuencia y el crimen organizado, diversos sectores que trabajan con jóvenes han solicitado al gobierno la creación de políticas públicas que den al traste con la situación de desempleo actual, mejorando de paso el mercado laboral.
El mercado laboral dominicano generó 226,730 nuevos puestos, con lo que se aumentó el número de personas ocupadas en doce meses. Hasta marzo del 2022, últimas cifras
oficiales del total de ocupados en enero-marzo 2022 se ubica en nivel similar a igual trimestre de 2019, previo a la pandemia.
La falta de oportunidades para insertarse en el mercado laboral es una de los principales problemas que dice la juventud tener. Los jóvenes de 15 a 24 años sin empleo, que en 2021 ascendían a 506 mil 886, según datos de la ENFT. De esta población joven
“sin-sin”, el 61.1 % corresponde a las mujeres.
LAS MUJERES JÓVENES CON HIJOS SON LAS MÁS DESEMPLEADAS
De acuerdo a un estudio reciente publicado por el UNFPA o Fondo de Población de las Naciones Unidas, las madres tempranas que son jefas de hogar enfrentan mayores niveles de desempleo (23.3 %) que aquellas que lo fueron en la edad adulta.
La Investigación indica que la tasa de desempleo de las mujeres que fueron madres en la adolescencia fue 9.1%, mientras el de las madres adultas fue de 7.4 %, lo que se traduce en una diferencia de 1,7 puntos porcentuales.
A septiembre del 2022, la tasa de desempleo se situaba preliminarmente en 4.80%, superando la anterior que era de 5.20%, en tanto que la tasa
de actividad u ocupación descendió a 62.10%
