El conflicto que mantiene enfrentados al Colegio Médico Dominicano (CMD) y a las Administradoras de Riesgo de Salud (ARS), por falta de consenso sobre el cobro de tarifas por servicios médicos, tiene ya varios meses sin que se vislumbre una solución definitiva.
La consecuencia más funesta de esta situación, es que millones de usuarios son obligados a pagar de sus bolsillos costosas consultas y procedimientos en centros médicos que no aceptan sus seguros médicos, porque el CMD decidió suspender los servicios a los afiliados de varias ARS.
Diversos sectores piden al Gobierno que intervenga en esta confrontación que deja desamparados a millones de usuarios de seguros privados. El Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) ha realizado consultas y encuentros con los sectores envueltos en este conflicto.
Sin embargo, esos esfuerzos todavía no surten los efectos deseados. Mientras tanto, los
pacientes pagan de la peor forma los platos rotos de un conflicto que en vez de flexibilizarse se radicaliza con el paso de los días.
Y aunque las aseguradoras afirman que mantendrán el servicio a sus afiliados, la realidad es que muchas clínicas cobran directamente a los usuarios, quienes no siempre tienen dinero para costear sus consultas, no obstante las promesas de devolución por parte de sus ARS.
Ponerse de acuerdo y normalizar la cobertura de los servicios a los afiliados, debe ser
una decisión urgente en la que el Gobierno, como árbitro autorizado, debe jugar un papel de principalía.
Prolongar el conflicto con posturas intransigentes, no es la mejor opción.