SANTO DOMINGO. El joven Wilson Ramón Lugo Valerio, de 21 años, es el mayor de tres hijos de la señora Berenice Mejía, fallecida, y quien ahora busca a su hermana “Anabel”, nombre que supuestamente le puso su progenitora al nacer, de la que no tiene conocimiento de su paradero.
“Estoy buscando a mi hermanita. Nunca la he visto y fue hace poco que me enteré de que mi madre la había traído al mundo”, dijo Lugo Valerio.
Señaló que creció bajo el cuidado de su abuela paterna, Mercedes Valerio, quien le prodigó los mejores cuidados y le educó para que fuera un hombre de bien, pero a pesar de todo le hizo mucha falta el cariño de su madre.
“Mi mamá, según me cuentan, tuvo tres hijos y los entregó a cada padre, menos a la niña, Anabel. Esa se la entregó a una señora llamada Jacinta, quien supuestamente vive en el kilómetro 22 de la autopista Duarte (de la capital)”, sostuvo el joven.
Expresó que ha sabido que la señora Jacinta vende productos para el cabello y diversos objetos por la zona del kilómetro 22 de la autopista Duarte. Ella tiene dos hermanos que son muy conocidos, bajo los nombres de Cesarín y Guabá.
Solicitó a cualquier persona que tenga información en torno a Jacinta o de sus hermanos Cesarín y Guabá, contactarlo a través de los teléfonos, 849-453-3284 ó al 809-323-8716.
“Me siento súper emocionado, solamente por hablar con usted sobre mi hermana. Espero encontrarla pronto. Ya nos conocimos dos y nos falta una. Sería el mejor regalo que Dios nos podría dar en esta Navidad”, dijo el joven.
Añadió que “dice la gente que ella (Anabel) se casó y que tiene hijos. Siendo la segunda de nosotros tres, debe tener ya entre 18 y 19 años”.
“Mi hermanito y yo queremos encontrarla para que ella sepa que no está sola, que tiene dos hermanos que la quieren y que están dispuestos a luchar por ella. No la conocemos, pero la queremos y deseamos que Dios nos permita encontrarla”, detalló Wilson.
SU MADRE
Manifiesta que de su madre recuerda muy poco, pues ella siempre estuvo ausente. “Algunas vez al día siguiente ya no estaba, se había ido y volvía a los seis meses o al año”, explicó.
Expresó que fue en su niñez que se enteró de la existencia de su hermano Julio Javier Ventura Encarnación, el que también está muy interesado en conocer a Anabel.
Contó que la última vez que vio a su madre tenía unos 11 años. “Yo estaba enojado con ella porque se había ido por mucho tiempo, luego se fue de nuevo, pero a los pocos días
llegó la información de que ella había muerto. A mí me llevaron al mortuorio y la vi en el ataúd con muchos golpes en la cara”, indicó Lugo Valerio.
Asimismo, agregó que, “me dijeron que murió en un accidente de tránsito, pero también dijeron que el marido que ella tenía la estaba golpeando cuando ocurrió el suceso. Eso se quedó así, pero a mí me dejó un trauma verla en esa forma”.
Explicó que su infancia fue normal, pero la falta de su madre siempre estuvo. Trabaja desde los 15 y dice que quiere estudiar.