La ingeniería de tránsito
(segunda parte)
Hugo A. Morales
ingenieriahma@gmail.com
El aumento de la población, de los servicios, del comercio y la creación de industrias hacen que se incremente el tránsito en el transcurso del tiempo. Los ingenieros de tránsito evalúan el crecimiento vehicular a través del tiempo para hacer las predicciones y las previsiones necesarias a las vías de comunicación.
Antes de diseñar una vía el ingeniero estima el volumen de tráfico que va a servir esa carretera en un período determinado para poder establecer las dimensiones de su sección transversal (cantidad de carriles, ancho de carriles y ancho de paseos).
Ese volumen de tráfico va aumentando con el paso del tiempo, por lo que se hace necesario ir monitoreando ese crecimiento para poder prever las soluciones que se van a implementar al congestionamiento.
La capacidad vial es el máximo número de vehículos que pueden pasar por un punto de carril o calzada de la vía. El nivel de servicio es una medida cualitativa que describe las condiciones de operación del tráfico y de su percepción por los usuarios. Estas condiciones se describen en términos tales como la velocidad y el tiempo de recorrido, la libertad de maniobras, la comodidad, la conveniencia y la seguridad vial.
En ingeniería de tránsito se han definido 6 niveles de servicios que van desde mejor a peor, y se han denominado A, B, C, D, E, F, siendo el A el ideal que, presenta una circulación a flujo libre y que permite al conductor maniobrar de forma fácil, sin mucha interacción con otros vehículos.
El nivel de servicio F es el peor. Es el caso en que el flujo va forzado, vehículos “bómper con bómper”, los vehículos van en lo que se conoce como “stop and go” (para y arranca) y velocidades menores a 25 Km/h. Popularmente un tapón. La capacidad de una vía se determina con el flujo vehicular correspondiente al nivel de servicio E, o sea, si la vía da nivel de servicio F, el volumen de tránsito está sobrepasando la capacidad de esa vía.
Los ingenieros de tránsito determinan matemáticamente a que nivel de servicio se encuentran las carreteras y calles urbanas, lo que les va a permitir realizar cálculos para poder bajar la letra del nivel de servicio actual, llevarlos, por ejemplo, de F a B, añadiendo carriles en una carretera o poniendo una calle de una vía.
