PUNTA CANA. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha avisado este viernes de que ya son 10 millones de niños y niñas necesitados de ayuda urgente por las catastróficas inundaciones ocurridas en Pakistán, tras la visita efectuada por el director de la organización para el sur de Asia, George Laryea-Adjei, a las zonas afectadas.
El Fondo estima que al menos uno de cada nueve niños sufre desnutrición aguda grave como consecuencia de las inundaciones, una tragedia que se ha convertido en una crisis aguda de supervivencia infantil.
«A medida que se acerca el invierno, los niños y niñas hacinados en tiendas de campaña endebles, cuando tienen la suerte de tener una, seguirán sucumbiendo a enfermedades que en tiempos normales se pueden prevenir y son tratables», ha avisado el responsable de UNICEF.
Laryea-Adjei ha lamentado que la crisis climática abarca muchas facetas. Hay olas de calor extremas que han abrazado ciudades abarrotadas de la región, con temperaturas que llegan hasta los 48 grados, los glaciares han seguido derritiéndose en Pakistán y Bután, mientras que los deslizamientos de tierra en Nepal han arrasado con los hogares de los niños y niñas».
«Los niños y niñas no han jugado ningún papel en la creación de la catástrofe climática en el sur de Asia, pero son ellos los que pagan el precio más alto», ha lamentado. Sostiene que sin una acción global urgente, la devastación climática que hemos visto en Pakistán, me temo, solo será un precursor de muchas más catástrofes de supervivencia infantil que están por venir», concluye.
Con temperaturas que llegan hasta los 48 grados, los glaciares han seguido derritiéndose en Pakistán y Bután, mientras que los deslizamientos de tierra en Nepal han arrasado con los hogares de los niños y niñas».
«Los niños y niñas no han jugado ningún papel en la creación de la catástrofe climática en el sur de Asia, pero son ellos los que pagan el precio más alto», ha lamentado. «Sin una acción global urgente, la devastación climática que hemos visto en Pakistán, me temo, solo será un precursor de muchas más catástrofes de supervivencia infantil que están por venir», concluye.
EUROPA PRESS