PUNTA CANA. El senador Antonio Marte puso en la opinión pública el tema de los gastos en la Cámara del Senado y con tono irónico dijo que ni los senadores, ni los cientos de empleados tienen un lugar establecido para comer ante la ausencia de un comedor, sin embargo, en el presupuesto de ese hemiciclo se destinan 50 millones de pesos por conceptos relacionados a alimentos.
El senador por la provincia Santiago Rodríguez Cuando el reloj marca las 12:00 del mediodía, y si el Senado se encuentra en labores, por sus pasillos se puede observar cómo varios carritos transportan bolsas llenas que en su interior tienen platos de comida para una parte del personal de esa institución.
Marte dijo que a la hora del almuerzo se ve un carrito entregando bolsas con platos de almuerzo dentro. Los empleados deben comer en sus oficinas.
La construcción del comedor fue ofrecida por el actual presidente del Senado, Eduardo Estrella, pero un año después de su inicio, la obra está paralizada, luego que una parte de la construcción se desplomara.
El Senado adjudicó a la empresa Constructora Morel Grullón y Asociados, SRL, la construcción del comedor de empleados por un monto de 79.6 millones de pesos, pero la obra se ha visto retrasada por un incidente ocurrido el pasado febrero.
El 1 de febrero de este 2022 un área de la construcción del comedor del Senado se derrumbó, provocando retrasos en la construcción. No obstante, según una comunicación del propio Senado, “la empresa constructora, adjudicada mediante licitación pública, es la responsable de los daños causados por el incidente y por orden de consecuencia, tendrá que asumir los costos por las pérdidas materiales relacionadas con el evento”.
Específicamente, un primer renglón está nombrado como “servicios de alimentación” renglón que tiene presupuestado unos 40 millones de pesos.
Junto a este, aparece un segundo renglón denominado “alimentos y bebidas para personas” en el cual se presupuestó unos 10 millones de pesos.
Aunque el Senado no detalla como es la distribución de alimentos, su presupuesto en servicios de alimentación no aparenta que “en el Senado se pasa hambre”.
Fuente LD
