Solo hay que llegar a Miches para alcanzar a ver las casuchas en la cima de uno de los hoteles más épicos del centro, una vista que se puede apreciar, incluso desde la Alcaldía, pero no solo ahí, en las afueras a muy pocos kilómetros se ve la humareda de personas que penetran a esos terrenos. La acusación de muchos es: son invasores que acarrean problemas al municipio, el cual se encuentra en pleno desarrollo turístico.